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'La UE no será independiente si no es capaz de garantizar su defensa'

El comandante general del Cuerpo de Ejército Europeo lleva meses azuzando a los miembros de la UE con un mensaje cristalino: hay que apostar por una política de defensa común.

el 15 sep 2009 / 16:13 h.

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-Hace un año que dejó la Capitanía de Sevilla. Hace un año que desembarcó en Estrasburgo para hacerse cargo del Eurocuerpo. ¿Es bueno el balance?

-Tanto personal como profesionalmente ha sido una buena experiencia, una gran responsabilidad el representar a España encabezando la que se considera es la primera unidad multinacional genuinamente europea.

-¿Con qué retos ha tenido que batallar en estos meses?

-Mantener e incrementar donde ha sido posible los niveles de preparación y alistamiento del Eurocuerpo. Tenga en cuenta que mi unidad está certificada tanto como cuartel general de alta disponibilidad como Fuerza de Reacción Rápida dispuesta para operar, si así se decidiera, en el marco de la UE, la OTAN, la ONU y la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE).

-En los últimos meses ha abogado por situar el Eurocuerpo por encima de los Ejércitos nacionales. ¿Es consciente de que nunca se había hablado tan claro de una fuerza europea potente?

-Yo me alineo con las tesis del señor [Javier] Solana [el Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior y de Seguridad Común], sólo las coaliciones permanentes son capaces de afrontar las crisis mayores. Y en esa línea, el Eurocuerpo está en la vanguardia europea. Por otra parte, la idea de un Ejército europeo no la he inventado yo. No, esa idea subyace en el Tratado de Lisboa, en proceso de ratificación, cuando se habla de una política de defensa común. Tanto la legitimidad original del Eurocuerpo, creado como símbolo de paz y reconciliación en Europa, como su credibilidad, basada en su experiencia operativa y el aval OTAN, se han visto reforzadas en los últimos meses.

-¿En qué sentido?

-Pues en base a dos elementos. El primero es que, en un momento en el que las naciones están restringiendo el envío de sus oficiales al exterior, se haya producido la petición formal de Polonia para constituirse en la sexta nación marco del Eurocuerpo, con un incremento muy sustancial de su actual participación, así como las de Italia, Rumania e incluso los EEUU para participar con oficiales en el estado mayor. El segundo elemento a que me refería es la resolución aprobada por una vasta mayoría del Parlamento Europeo en junio, por la que "propone poner al Eurocuerpo como fuerza permanente bajo mando de la UE y se invita a todos los estados miembros a contribuir a ello". Este es un caso único.

-¿Pero se aprecian tantas diferencias de criterio según el país que asume el mando? Usted habla de pérdida de continuidad, de dispersión de conocimientos... ¿Cuál sería el mejor modelo de gestión para el Eurocuerpo?

-Cuando califico el sistema de rotación entre cuarteles generales para la conducción como un recurso provisional no me refiero al Eurocuerpo, sino a los cuarteles generales del nivel superior que han sido puestos a disposición de la UE por algunos estados miembros para la conducción de operaciones concretas. Son cuarteles de propiedad y base nacional, no multinacional, aunque integren en el estado mayor miembros de otros países para la operación concreta de que se trate. Por eso el desplazamiento de la responsabilidad de uno a otro para diferentes operaciones facilita los fenómenos indeseables que usted menciona. Por eso me reafirmo en la necesidad de un cuartel general europeo permanente, capaz de hacerse cargo, al máximo nivel, del planeamiento y conducción de operaciones llevadas a cabo por la Unión.

-¿No es difícil compatibilizar un Eurocuerpo con más presencia con la OTAN actual?

-La OTAN continuará siendo por mucho tiempo la pieza clave para la defensa colectiva de los estados. No hay incompatibilidad alguna entre la OTAN y la Europa de la Defensa. Por el contrario, son complementarias y se refuerzan mutuamente. Cuanto más profundice la Unión en la defensa europea, mayor relevancia adquirirán las fuerzas multinacionales genuinamente europeas.

-¿La UE ha delimitado lo suficiente su política de seguridad y defensa o el peso de los Estados aún lastra una posición común?

-Europa necesita urgentemente un salto cualitativo hacia adelante en materia de seguridad común. Los miembros han manifestado reiteradamente una voluntad política común de profundizar en la Europa de la defensa. Cosa distinta es el cómo y cuando podrá alcanzarse ese objetivo, ya que la defensa es nuclear en la idea de soberanía nacional y ésta, para muchos, es todavía algo intocable. Estamos lejos de alcanzar aquellos objetivos pero se alcanzarán antes o después. Europa como futuro común de los europeos no es una opción, sino una necesidad vital si los europeos queremos evitar un porvenir muy incierto y peligroso. Europa difícilmente puede ser independiente, tener influencia en el mundo, ser referencia de estabilidad y factor de paz si no es capaz de garantizar su propia defensa.

-¿Estamos ante una Europa segura, entonces? ¿Tenemos los medios suficientes?

-La seguridad no es un concepto objetivo sino muy subjetivo. Dicho esto, y reconociendo que la seguridad a la que usted se refiere se logra principalmente por la acción política, uno de cuyos recursos es la fuerza militar, yo, personalmente, me siento razonablemente seguro con la defensa colectiva que hoy garantiza la OTAN. Lo que no obsta para que crea firmemente que hay que progresar hacia una defensa europea autónoma y suficiente.

-Hay quien arruga el gesto cuando oye sus palabras...

-Si no lo digo ahora, ¿cuándo lo voy a decir? Describo las cosas como las percibo y sólo trato de aportar mi humilde contribución a un debate del que se pueden derivar consecuencias muy vitales para la seguridad continental. Por ejemplo, yo diría que en muchas ocasiones no hay ni que gastar más, sino racionalizar los medios y dar más coherencia a las actuaciones.

-¿Qué amenazas debemos temer hoy los europeos?

-Me preocupan el terrorismo, la proliferación de armas de destrucción masiva, los estados fallidos, la inmigración sin control y el nuevo fenómeno de la piratería. Ahí están los retos, y en las misiones internacionales, porque la seguridad de Europa también se decide en el exterior.

-¿En Rusia, por ejemplo? ¿Se puede rescatar la guerra fría?

-Ese término pertenece al siglo pasado. La Federación Rusa no es la Unión Soviética. No hay confrontación ideológica entre Rusia y Occidente y, posiblemente, estemos inmersos en un proceso de transformación de un mundo bipolar en otro multipolar. Existen intereses distintos entre Rusia y Occidente pero también hay enormes intereses comunes. Se podría decir también que los intereses norteamericanos y los europeos no son necesariamente idénticos. Un concepto moderno de seguridad continental debería tener en cuenta no sólo los intereses europeos y norteamericanos, sino los legítimos intereses de seguridad de la Federación Rusa.

-¿Tampoco hay que temer el escudo antimisiles de EEUU?

-Rusia lo ve como una amenaza, pero habrá que convencerles de que no lo es. Inicialmente un escudo es para defender...

-¿Y si Israel e Irán se enzarzan en una guerra también nos tocarán sus efectos?

-Mire, Israel es nuestra periferia, nuestro patio trasero, o si se quiere el delantero. Se está insistiendo en la vía diplomática y hay que seguir insistiendo. Pero me está pidiendo que haga de analista mundial... y ése no es mi papel.

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