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La unidad de los partidos y las víctimas acabará con el terror

ETA ha vuelto a matar. Luis Conde de la Cruz, Brigada del Ejército, falleció en la madrugada del lunes por la explosión del tercer coche bomba colocado por la banda en sólo 24 horas. Conde, de 45 años, casado y padre de un hijo, es la tercera víctima mortal causada por ETA en 2008...

el 15 sep 2009 / 15:37 h.

ETA ha vuelto a matar. Luis Conde de la Cruz, Brigada del Ejército, falleció en la madrugada del lunes por la explosión del tercer coche bomba colocado por la banda en sólo 24 horas. Conde, de 45 años, casado y padre de un hijo, es la tercera víctima mortal causada por ETA en 2008; sin embargo, la ingente cantidad de explosivos y el modus operandi de algunos de los atentados evidencian que los terroristas pretendían una auténtica masacre. La banda no avisó de la explosión del coche bomba colocado en la madrugada del domingo frente a la comisaría de la Ertzaintza en Ondarroa (Vizcaya). Es más, tras abandonar el vehículo lanzaron varios cócteles molotov para provocar la salida de los agentes y hacer estallar el vehículo causando el máximo daño posible. Afortunadamente, no hubo heridos de gravedad. En cambio, ETA consiguió su objetivo de matar en el atentado con coche bomba contra el Patronato Militar Virgen del Puerto de Santoña (Cantabria). Luis Conde, natural de Segovia, se encontraba de vacaciones e iba a regresar a casa sólo unas horas después del atentado. Esta vez, la banda terrorista avisó de la colocación del coche sin apenas tiempo para desalojar el edificio, causando la muerte del Brigada y heridas a otras cinco personas, entre ellas una mujer de 70 años con pronóstico grave. Estos atentados, junto al coche bomba explosionado frente al edificio de Caja Vital en Álava, prueban que a ETA le han perjudicado gravemente las recientes decisiones judiciales de ilegalizar ANV y el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV), verdaderos brazos políticos de la banda terrorista tal y como se ha encargado de probar la justicia. La cadena de atentados deja claro que el Estado de Derecho está funcionando de forma eficaz contra el terrorismo, pero al mismo tiempo evidencia que ETA, pese a su debilidad, pérdida de influencia y peso específico en la sociedad vasca, aún conserva la capacidad de hacer daño, intentar una masacre. El hecho de que los coches fueran robados y cargados de explosivos en Francia hace suponer que, pese a los importantes avances de ambos gobiernos, aún queda trabajo por hacer desde el territorio galo para asfixiar a la banda. Pero lo más importante es que el último atentado mortal ha provocado que los partidos políticos y agentes sociales se unan sin fisuras. Y con ellos, las víctimas. Hasta 14 asociaciones firmaron ayer un documento conjunto de condena. Esta unidad política y social es, sin duda, la peor de las noticias para ETA y el mejor de los caminos para acabar de una vez por todas con el terror. Puede que ETA siga intentando matar, pero la efectividad de la Justicia, las fuerzas de seguridad del Estado, la unidad de los políticos -es la primera vez que el PP no pone objeciones- y la de la sociedad representada en el consenso de las víctimas, supone un arma democrática de tal magnitud, que terminará eliminando a los terroristas, cada vez más cercados en una sociedad vasca que no comparte sus objetivos y que está ya hastiada de violencia. Frente a tal unanimidad política y social, los terroristas nunca conseguirán su objetivo.

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