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La unidad que dejó Carrillo

Emilio Carrillo ya ha dejado oficialmente de ser concejal del Ayuntamiento. Fue despedido ayer por el alcalde a su estilo: con unos versos de Benedetti sobre la lealtad y la amistad recitados con sarcasmo. Pero la salida del que fuera vicealcalde y referente de José Antonio Viera en el Ayuntamiento, lejos de provocar una crisis interna o de ensanchar las grietas entre concejales, ha generado un cierre de filas.

el 16 sep 2009 / 03:10 h.

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Emilio Carrillo ya ha dejado oficialmente de ser concejal del Ayuntamiento. Fue despedido ayer por el alcalde a su estilo: con unos versos de Benedetti sobre la lealtad y la amistad recitados con sarcasmo. Pero la salida del que fuera vicealcalde y referente de José Antonio Viera en el Ayuntamiento, lejos de provocar una crisis interna o de ensanchar las grietas entre concejales, ha generado un cierre de filas. Apenas hay fisuras o voces contrarias al alcalde. Muchos dan por enterrada la barrera entre críticos y vieristas, lo que abre las puertas a una reestructuración en la que ya trabaja el regidor para dar más peso a concejales afines a la Ejecutiva Provincial. Puede afectar a ediles como Juan Antonio Martínez Troncoso, Joaquín Díaz, Alberto Moriña o Teresa Florido.

En las últimas semanas se han producido varias escenas que han reflejado el nuevo equilibrio del grupo municipal socialista: Joaquín Díaz y Alberto Moriña -afines a Viera- salieron en defensa del Gobierno local y del alcalde en la batalla sindical por el edificio Diego de Riaño; todo el Gobierno aprobó sin reticencias el acuerdo laboral que se le negó a Carrillo -quien ni siquiera acudió a defenderlo en la Junta de Gobierno- y, por último, todos los ediles hicieron piña junto al alcalde el pasado lunes, cuando éste declaró como testigo por el caso Unidad. "Estar allí era una responsabilidad de todos", resumía recientemente un miembro del Gobierno local.

Pero pese a este nuevo escenario, los actores desempeñan los mismos papeles que hace seis meses o un año, cuando había una auténtica guerra abierta en el seno del Gobierno local, cuando muchos apenas se hablaban, y unos criticaban las actuaciones de otros. El poder, el presupuesto y la capacidad de gestión se lo reparten siete concejales. El núcleo duro del alcalde. Un grupo que empieza en Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, y sigue en Francisco Fernández, Alfonso Mir, Nieves Hernández y Maribel Montaño, con otras figuras en un plano más secundario como Encarnación Martínez, Eva Patricia Bueno o Emilia Barroso.

El núcleo de ediles que introdujo Viera en la lista electoral en 2007 sigue en un plano mucho más secundario, una situación que podría cambiar en los próximos días. Son muchas las voces que abogan por una leve reestructuración interna, en la que según varias fuentes consultadas ya trabaja el alcalde. El objetivo es recompensar la labor de varios concejales del grupo socialista y dotar de un verdadero equilibrio al Gobierno local.

Los nombres no están cerrados, aunque hay perfiles con más posibilidades. Es el caso de Juan Antonio Martínez Troncoso, quien sólo tiene la Delegación de Innovación, sin apenas presupuesto y con una plantilla muy reducida; Teresa Florido, con Salud y Consumo, y del distrito Nervión; y Alberto Moriña, cuyas competencias se limitan al Distrito Triana y a Patrimonio. Pese a esto, la intención del regidor es no realizar una gran reforma del Gobierno, sino una serie de reajustes para redistribuir el poder, lo que puede afectar principalmente al reparto de los once distritos municipales.

El alcalde baraja esta posibilidad desde la dimisión de Emilio Carrillo, aunque en un primer movimiento optó por cubrir el hueco del ex edil con dos personas de confianza: Alfonso Mir se quedó con Recursos Humanos y Nieves Hernández asumió el Distrito Macarena, quedándose así temporalmente con la dirección de dos áreas administrativas. Pero ahora llega una segunda oportunidad. Tras la salida de Emilio Carrillo, Cristina Galán, de la Agrupación San Jerónimo, entrará en el Ayuntamiento, una llegada que da pie a un nuevo movimiento interno y que no se retrasará hasta el próximo Pleno ordinario.

El Gobierno local plantea un escenario más a corto plazo. Convocar un Pleno extraordinario en el que Galán entre como edil, previsiblemente con un distrito, y aprovechar para reforzar el peso de algunos ediles vieristas y acercar así al PSOE local a un grupo de 15 concejales.

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