La primera cumbre sobre el empleo de la Unión Europea (UE) acordó ayer colocar la lucha contra el paro en el eje de la acción comunitaria y promover diez ideas concretas, aunque pocas de éstas tienen aplicación inmediata.
Es más, son muy vagas y una de ellas habla de la reducción del tiempo de trabajo para intentar atajar el desempleo, cuando hasta hace semanas se discutía la posibilidad de ampliar la semana laboral a 65 horas -una iniciativa finalmente tumbada- y de prolongar la vida laboral más allá de los 65 años para amortiguar el impacto del envejecimiento de la población y del paro sobre los presupuestos públicos para pensiones.
Esa reunión de Praga intentó, sobre todo, mostrar a los ciudadanos europeos que la UE ha llevado el problema del desempleo al centro de su agenda común.
"Si actuamos juntos, podemos reducir pérdidas de puestos de trabajo y ayudar a millones de personas a encontrar empleo", dijo el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, al término.
La cumbre, convocada ante el crecimiento del paro -que llegó al 8,3% en marzo y podría cerrar el año en el 10%, y casi el doble para España-, señaló la importancia de que la UE acuerde políticas comunes para combatir la sangría laboral, tras varios meses centrada en afrontar las consecuencias de la crisis financiera.
"Lo importante es que Europa empieza a ver que tiene que haber una prioridad" con el empleo, destacó en este sentido el ministro español de Trabajo, Celestino Corbacho, que asistió a la reunión en Praga.
Sin embargo, la mayoría de esas ideas acordadas por las instituciones comunitarias y los agentes sociales, que serán llevadas a la cumbre de líderes del próximo mes para su aprobación, se refieren a medio y largo plazo.
De hecho, las ideas más inmediatas ya se están aplicando en muchas empresas, según reconoció Barroso, entre ellas hacer todo lo posible para no destruir empleo a través de cualquier medida de flexibilidad, como bolsas de horas o aprovechar los tiempos muertos para formación.
Otras propuestas son ayudar con capital y formación empresarial a jóvenes y parados para que creen sus propias firmas, mejorar la formación profesional, aumentar la capacitación y conseguir un mejor funcionamiento de los sistemas nacionales de empleo.
En el apartado que la UE llama crear "un ambiente favorable a la iniciativa empresarial", plantea un recorte de los costes no salariales de los trabajadores -por ejemplo, las cotizaciones sociales-, algo que están reclamando los empresarios españoles.
La reunión constituyó "un paso significativo hacia una mayor coordinación a favor del empleo", que debe ser "el primer objetivo de Europa", recalcó Barroso. Corbacho apuntó que la UE busca elaborar un nuevo modelo económico-laboral, basado en el conocimiento, la formación y la innovación.
