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La unión hace la fuerza

Desde que ha llegado Unai Emery a este equipo le ha cambiado la cara y las ganas de la misma manera que a la afición, la sonrisa.

el 23 ene 2013 / 22:33 h.

Algo se está cociendo en el sevillismo. La mejoría del equipo ha regalado de nuevo una pizca de ilusión que ayer aumentó a puñados con el pase a semifinales de la Copa del Rey. Parece que ahora la familia blanca y roja vuelve a unirse de nuevo y que las malas historias vividas durante la primera mitad de la vuelta puedan pasar a mejor a vida. Igual soy demasiado optimista pero desde que ha llegado Unai Emery a este equipo le ha cambiado la cara y las ganas de la misma manera que a la afición, la sonrisa.

Para recuperar la onda positivo todos los actores implicados han puesto de su parte. Además del ya mencionado entrenador, los jugadores han dejado claro ante el Real Zaragoza que no se les había olvidado jugar al fútbol y que seguramente el problema sí estuviera en sus cabezas y por lógica, en el anterior técnico. Empero, no hay que olvidar que el Real Zaragoza jugó con uno menos desde el minuto 25, con nueve jugadores los últimos 25 minutos y que con 11 jugadores sobre el césped impidió que el Sevilla fuera un equipo rápido y fluido en el manejo del balón.

Pero el paso más importante que se ha dado, y que tantas veces ha sido reclamado por los jugadores, ha sido la unión de la afición. El primer paso lo dieron el pasado lunes las peñas sevillistas. Desesperadas y dolidas por el silencio que presidía los partidos en casa decidieron dar un paso al frente para intentar dar el máximo calor posible a los jugadores. Las semifinales estaban a tiro de piedra y había que intentarlo. La previa del partido, y en otro gesto en favor de la unión y por el bien del club, el grupo Biris Norte decidió animar al menos por un día y aparcar durante los 90 minutos sus sonidos de vientos contra José María del Nido. Parece que está medida no es definitiva pero es un paso para recuperar el buen camino. Y nunca está de sobra tragarse un sapo por el bien del Sevilla, que al fin y al cabo es lo que quieren todas las partes.

El paso se ha conseguido, la ilusión ha vuelto y la unión parece que poco a poco se va recuperando. Sólo falta que continúe la línea ascendente y que todas las partes piensen que hay unas semifinales que jugar. Por suerte, no se jugarán en horario laboral, para el bien del fútbol y del sevillismo

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