La mejor receta contra la crisis es una buena dosis de formación y que la universidad se moje con los problemas que atañen a la sociedad. Es el modus operandi que llevan a gala los cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona desde que comenzara su andadura de la mano de la que fuera rectora, la recientemente fallecida Rosario Valpuesta. A su figura y su legado académico y personal que marcó a fuego las señas de identidad de la institución académica dedicó ayer el actual rector, Vicente Guzmán, la que es la undécima edición de estos cursos.
Muchas gracias, Rosi, por enseñarnos el camino de cómo hacer universidad pública, señaló Guzmán, que ensalzó su carácter visionario, al apostar por instalar una sede universitaria en un municipio como Carmona o levantar una residencia de estudiantes en el Polígono Sur cuando nadie creía en ello. Su ausencia no significa que no esté, porque su espíritu y su forma de actuar se los imprimió desde el primer momento a esta universidad, manifestó el rector de la Olavide.
El mejor homenaje llegó de la apuesta por una oferta estival que tendrá más cursos que cualquiera de las 10 ediciones anteriores. De la mano también del que ayer fue denominado embajador en Carmona Francisco Hidalgo director de la sede, se ha conseguido multiplicar por cuatro el número de cursos existentes en la primera edición de 2003:de 12 a 48 cursos.
Además, este año se contará con la presencia de 362 profesores y conferencias para atender a una demanda prevista de unos 800 estudiantes. Ese cúmulo de actividad se condensará del 1 al 26 de julio, con cursos de dos y tres días intercalándolos con otros de hasta cinco días.
En todos ellos, Guzmán dibujó un eje vertebrador. Las aulas se transformarán en un foro librepensador donde se pueden debatir temas de candente actualidad y reflejo de la preocupación de la sociedad. Es la hora de dejar de lamentarnos y buscar una salida, porque, desde la propia universidad, queremos ayudar a la sociedad, afirmó Guzmán, que puso como ejemplo el curso que coordina la anterior vicerrectora de Postgrado y Formación Permanente, Lina Gálvez, y que versará sobre la incansable búsqueda de la democracia real. Ahí, viró el acto de presentación de los cursos que arrancan el 1 de julio, pero cuyo plazo de inscripción se abrirá el próximo lunes hacia un razonamiento donde combinó la reprimenda a la clase política, que es mero administrador del poder de la soberanía popular; y la petición de respeto a los ciudadanos, que por unos cuantos no pueden criminalizar a todos los políticos.
Un debate, el de la democracia real, que es clarificador de que las aulas de la Olavide en Carmona no se encuentran aisladas de la realidad. No en vano, analizarán desde la seguridad vial en el ámbito laboral, las nuevas alternativas del periodismo, los casos de bebés robados o el terrorismo yihadista hasta cuestiones como el coaching aplicado a la educación, el personal branding, las catas de aceite, el turismo o la literatura. Frente a la oferta formativa de julio, agosto se dedicará, como en ediciones anteriores, a la celebración de prácticas arqueológicas con la colaboración del personal del Ayuntamiento de Carmona.
Precisamente el Consistorio conforma, junto a otras entidades de relevancia como la Fundación Cajasol y la Diputación de Sevilla, el grueso de 74 patrocinadores de los cursos de la Pablo de Olavide. Por ello estaba allí el alcalde carmonense, Juan Ávila, que, tras expresar un sentido recuerdo a Rosario Valpuesta, defendió el papel de superación y esfuerzo de los cursos, que crecen en unos tiempos convulsos. También acudió el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, que reivindicó el papel de la universidad para tutelar y examinar las actividades que se realicen desde las administraciones públicas, a la par que defendió a la Pablo de Olavide como una universidad muy ligada a los pueblos de Sevilla.
En ese vínculo, el rector de la UPO no se quiso olvidar de la promesa que ya formuló en la anterior edición:dotar a la sede carmonense enclavada en el Palacio de los Briones de más actividad y que no se limite exclusivamente al verano. Así, Guzmán quiere exprimir de cara al año que viene el potencial de Carmona comoreferencia para acoger congresos, reuniones de empresas, seminarios o aciones científicas e investigadoras.
Desde Pepa Bueno hasta Luis García Montero y Diego Valderas La oferta formativa no sólo se mide por la cantidad, que es elevada, sino también por la calidad de los conferenciantes o profesores que acuden a las aulas del Palacio de los Briones de Carmona. Una cuestión que, año tras año, está garantizada. En esta undécima edición contará con ponentes de acreditado prestigio en los diferentes cursos como los escritores Luis García Montero o Almudena Grandes; la periodista de la Cadena Ser Pepa Bueno, la también periodista María Teresa Campos, el humorista José Guerrero Roldán El Yuyu o el dramaturgo y exdirector de la Compañía Nacional de Teatro Clásico José Luis Alonso de Santos.
También acudirán a Carmona políticos reconocidos como el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas; o el viceconsejero de Administración Local, José Luis Pérez Tapias. De otros ámbitos, destacan la presidenta de la Fundación José Saramago, Pilar del Río;el presidente de la Sociedad Española de Enfermedad Celiaca, Eduardo Arranz; el bailaor Javier Barón; el fiscal delegado de Seguridad Vial de Andalucía, Luis Carlos Rodríguez León; el presidente de Facua, Francisco Sánchez Legrán o el jefe del Servicio de Información Exterior, el teniente coronel de la Guardia Civil Manuel Navarrete.
Para más información de los cursos o las inscripciones, puede llamar a la sede (954 978 151) o consultar la web (www.upo.es/olavideencarmona).
