Economía

La venidera crisis social

El fundador del Foro Económico Mundial, que se ha celebrado en la localidad suiza de Davos, Klaus Schwab, dijo ayer que, sin duda, esta edición ha sido la más oscura desde el punto de vista económico, pero quiso aportar un contrapunto optimista apelando a la capacidad para salir de la crisis.

el 15 sep 2009 / 22:01 h.

El fundador del Foro Económico Mundial, que se ha celebrado en la localidad suiza de Davos, Klaus Schwab, dijo ayer que, sin duda, esta edición ha sido la más oscura desde el punto de vista económico, pero quiso aportar un contrapunto optimista apelando a la capacidad para salir de la crisis. Mensaje que muestra la confianza absoluta, casi irreal, del foro en el nuevo presidente de EEUU, Barack Obama, quien acuñó en su campaña electoral el eslogan, "sí, podemos" (yes, we can).

Los líderes políticos y económicos reunidos en la exclusiva y elitista estación alpina de Davos no dudan de que la crisis económica, originada por la crisis financiera anterior, tendrá consecuencias sociales y también políticas. Quedó claro que las reducciones de empleos van a ser inevitables, por lo que parecen también inevitables reacciones sociales violentas contra el capitalismo. Se baraja la cifra de que la crisis global, que ha arrastrado el crecimiento económico al nivel más bajo desde la Segunda Guerra Mundial, podría dejar 50 millones de nuevos desempleados.

La ministra francesa de Economía, Finanzas y Empleo, Christine Lagarde, consideró que muchos contribuyentes presionan a sus gobiernos para asegurar que los impuestos que pagan beneficien a sus propios países.

Mientras, la canciller alemana, Angela Merkel, propuso la creación de un Consejo Económico de Naciones Unidas, similar al Consejo de Seguridad, pero para supervisar los mercados. Merkel apeló a la adopción de una carta económica global post-crisis basada en una economía sostenible y frente al fracaso del capitalismo anglosajón.

El arzobispo sudafricano Desmond Tutú dio un toque de humanidad y frescura al Foro. "No entiendo absolutamente nada de economía [...] Debemos aplicar al mundo la ética [...]". Fue el único que cosechó un primoroso aplauso.

  • 1