Roberto Garrudo (Sevilla, 1966) certifica que el sevillano viste y calza «súper clásico» y que la clave del éxito es la especialización, el trato al cliente y trabajar con los mejores profesionales. Su padre fundó la empresa en Triana hace 44 años y él ha conseguido que siga creciendo en tiempos de crisis. ¿Cuántas tiendas tiene? ¿Prevé abrir más? Tenemos once tiendas, tres de Roberto Garrudo y ocho de Zapatos Pasarela, y en diciembre abriremos otra en la calle Córdoba especializada en zapatos de baile, sobre todo, flamenco, enfrente de la otra tienda que tenemos en aquella calle. La que tenemos en Jerez es Roberto Garrudo, pero ya la cuento como Pasarela porque cambiará pronto. ¿Cuántas personas forman su plantilla? Unas cuarenta personas. ¿Cuándo nació su empresa? Roberto Garrudo la fundó mi padre en 1970 sólo con zapatos y yo la amplié a todo lo referente al mundo del caballo y guarnicionería. ¿Cuándo hizo ese viraje y por qué motivo? Hace ya unos 25 años y por mi afición al caballo, básicamente. Vi que en ese mundo había un hueco, un nicho de mercado importante, y fuimos a por él. ¿Por qué esa especialización en el zapato de baile? Dentro de la división de Roberto Garrudo ya tenemos especialización en zapatos de baile, sobre todo, flamenco, pero también de salón y otros. De hecho, exponemos todos los años en Simof con un stand dedicado exclusivamente al arte flamenco. Al igual que durante muchos años estuvimos en el Sicab. ¿En qué países ha vendido zapatos de baile flamenco? Por supuesto en Japón, pero también a todos los países europeos. En Holanda son grandes consumidores, Alemania, Bélgica... y también mandamos zapatos a Sudamérica y Norteamérica. Por todo el mundo, incluso a algún país árabe. ¿No prevé abrir fuera del país? Tengo previsto abrir una en Madrid con zapatos de baile, pero no descarto otras opciones. La segunda consumidora de artículos de flamenco después de España es Japón, como se puede ver en la Bienal, pero allí ya hay muchas tiendas. El flamenco llama y no descarto abrir fuera. La venta on line, entonces, es clave para su negocio. Tenemos dos páginas, robertogarrudo.com y zapatosdebaile.com, que es más antigua porque llevamos cinco años en el mercado y funciona muy bien. El flamenco está ahora en su máxima expansión y el hecho de que lo nombrasen Patrimonio de la Humanidad lo ha colocado en un momento dulce. Me he sorprendido muchísimo al conocer dónde se baila flamenco. ¿Cuánto representa la venta on line en su facturación? Un 20 por ciento aproximadamente y ahora vamos a renovar la web porque aquí no te puedes quedar parado. No estoy muy puesto en las nuevas tecnologías, pero te das cuenta de que no puedes abrir una página y dejarla ahí siempre. Hay que atenderla como una tienda física, quizás con mucho más trabajo porque tienes que tener un grupo de gente apoyándola, con la web, con las redes sociales, respondiendo correos electrónicos a diario... Hay que dedicarle tiempo y personal. Pero hay que apostar por las nuevas tecnologías y por eso tenemos dos personas que se dedican a ello. ¿Cómo le afectó la crisis? Afortunadamente, en el tema del baile no la hemos notado porque nos estamos expandiendo, estamos en crecimiento, pero en el mundo del caballo sí porque es un artículo de lujo y éstos son los primeros que sufren los efectos de la crisis. ¿Quién es su principal cliente? El hombre y mujer de campo y el aficionado al mundo del caballo. Es un producto muy especializado y prácticamente conocemos al 80 por ciento de nuestros clientes, son siempre los mismos. ¿Cómo se logra esta fidelización? Gracias al personal de las tiendas, mimamos al cliente y le damos, a unos precios razonables, lo que nos demanda. De ahí que incluso personalicemos muchos productos y hagamos ropa y calzado a medida. ¿Cuánto representa el mundo del caballo en su facturación? Un 35 o 40 por ciento. Sevilla es clásica. Sí, Sevilla es muy clásica, súper clásica. Para todo. Sevilla es punto y aparte para muchísimas cosas y para zapatos también. Los castellanos modelo Marbella de todo la vida, con la horma estrecha sólo, se venden en Sevilla y en Jerez. Yel sevillano también es muy clásico para la ropa. Un ejemplo es la chaqueta azul marina cruzada del Domingo de Ramos. La ropa personalizada y a medida es una línea que habéis introducido hace poco en Roberto Garrudo. Sí, botas, camisas, sombreros e incluso trajes de corto, que se hacen a medida igual que las camisas. Desde hace algo más de un año tenemos unas 300 referencias de telas para camisas y damos a elegir cuellos y puños, así como ponemos iniciales. Una camisa a medida puede costar desde unos 85 euros, que es un precio razonable para un producto de mucha calidad que siempre fue de lujo. Zapatos Pasarela es un negocio diferente. Sí, vendemos zapatos de todo tipo, señora y caballero, no trabajamos calzado para niños. Surgió hace quince años. Lo creó mi padre con un socio, montaron cinco tiendas y llegó el momento en el que les compré la sociedad. Seguí ampliando y el socio de mi padre, también. Por lo que no todas son mías, tenemos un acuerdo. Básicamente las que están en Sevilla capital son las mías. Ahora está usted eligiendo los zapatos para el próximo verano, ¿qué tendencias se impondrán? En señora se llevarán los pisos blandos, los tonos pastel, los metalizados... Es muy complicado porque antes de empezar a comprar visito las dos ferias más importantes, Milán y Madrid, que desgraciadamente se ha venido abajo. En Milán se presentan tendencias mundiales y no todo llega a España. La moda que se lleva en Japón a usted le asustaría y se venden millones de zapatos. Y es complicado saber qué llegará a España. ¿Quién le fabrica? Estamos apostando cada vez más por el producto nacional, de más calidad. Desgraciadamente las fábricas del Levante español sufrieron mucho la crisis, pero básicamente compramos los zapatos en España. Hay mucha competencia ahora. Muchísima, leí no hace mucho que Sevilla era la capital de Europa que más zapaterías tenía por habitantes, y también hipermercados. Los grandes grupos, Zara, Mango... tienen también calzado. ¿Y cómo se sobrevive a eso? Fidelizando al cliente. ¿Qué tipo de zapato vende Pasarela? Un zapato cómodo a buen precio porque luchar contra los grandes monstruos de la moda es complicado. En el calzado especializado, por ejemplo, de baile, no entran los grandes. Por eso mi propósito, mi inquietud, es especializar mis productos. Su objetivo es diferenciarse, ofrecer algo distinto, ¿no? Sí, la especialidad es la clave del éxito, el trato directo con el cliente y rodearte de los mejores profesionales, proveedores y personal, desde vendedores hasta contables.