El Sevilla despide la primera vuelta del campeonato con más derrotas que victorias y dejando una sensación de vulnerabilidad desesperante. La Champions se aleja de forma peligrosa, muy peligrosa, y por ello habrá que realizar una auténtica proeza en el segundo tramo del campeonato para lograr el objetivo, muy lejos a día de hoy.
Trece puntos separan en estos momentos al Sevilla del tercer clasificado. El Villarreal no perdona, vuelve a ganar y aprovecha la nueva derrota nervionense para alejarse aún más. La diferencia al cierre de la primera vuelta es grande, muy grande; tanto que parece insalvable. Por ello, las miradas se dirigen al cuarto puesto que ocupa el Valencia. Los che reciben hoy al Deportivo y si ganan, dejarían al equipo de Gregorio Manzano a once puntos. Demasiados teniendo en cuenta que este rival, guste más o menos su fútbol, tiene una regularidad mucho mayor que la del Sevilla.
Resulta ya difícil encontrar calificativos para el rendimiento de este Sevilla a nivel defensivo: 31 goles en contra al cierre de la primera vuelta. Es el tercer equipo más goleado de la Liga tras Málaga (37) y Zaragoza (32). Frente al Espanyol encajó dos, a cual más evitable. Y ya lo dijo Manzano: hay que evitar tener que recurrir continuamente a las gestas para ganar. La verdadera gesta ahora no es otra que meterse en la Champions.
La vida da muchas vueltas. Y si no, que le pregunten a Romaric. En cuestión de poco tiempo, el marfileño se ha quitado el cartel de Se vende que llevaba a la espalda y ha convertido el dorsal número 6 en uno de los más vistos esta temporada en el Sánchez Pizjuán. Desde su fichaje, pocos dudaron de su calidad, no así de su entrega y dedicación. En cualquier caso, todo o casi todo eso ha quedado en el olvido. Ahora, Romaric es otro, es el nuevo Roma: se implica, lucha, pide la pelota más que nunca, da pases de gol... y hasta marca. El técnico le considera insustituible en estos momentos. Ya lo juega todo.
Manzano preferiría tener alguien menos imprevisible que él. Espera fichajes, en plural. Annan –no podría disputar la Europa League– debe ser el primero y, seguramente, no sea el único que llegue. Además, hay jugadores como Konko, Acosta, Cigarini o José Carlos que no entran en los planes del entrenador, que prefiere convocar a Sergio Sánchez antes que uno de ellos.
