Uno de los protagonistas que han dejado las dos primeras jornadas en el Betis es Javi Chica. Desgraciadamente para él, no es por razones positivas. El lateral, titular tanto en San Mamés como ante el Rayo, fue uno de los futbolistas señalados por la afición tras el 1-2 frente a los vallecanos y al día siguiente volvió a ocupar páginas de periódicos, minutos de radio y bytes de ordenadores porque cerró su cuenta de twitter después de que algunos desaprensivos le dedicaran improperios de todo tipo y le desearan la peor de las suertes. Dio entonces la impresión de que se quitó provisionalmente de internet por aquellas ofensas, pero no fue así.
En una entrevista concedida a este periódico que saldrá publicada a lo largo del fin de semana, Chica explica qué ocurrió. "Después del partido sabía que podía haber palabras de gente que no serían de mi agrado o que sonarían mal y decidí no leer nada. Al día siguiente llegué a casa después de entrenar y decidí cerrarlo sin leer nada. Era una manera de aislarme de lo que podía pasar. Y cuando te enteras de lo que ha pasado, te entristeces, pero la gente expresa sus sentimientos o su forma de ver las cosas de una manera y hay que respetarlo", dice Chica, que no llegó a leer "ninguno" de aquellos mensajes aunque lo tiene claro: "Desearle tanto mal a una persona no es normal".
Desde entonces, el zaguero bético es mucho menos activo en las redes sociales. "La verdad es que yo quería ser cercano para la gente, pero uno pierde la ilusión. Si no se puede, no se puede", razona el barcelonés. "Cuando vas por ahí, parece que te están siguiendo, porque llegas a casa y abres twitter y ‘has estado aquí' o ‘has estado allí'; madre mía... Pero cuando tienes una red social, te expones a eso. Si no te gusta, tienes que quitarla, y si aceptas, esas son las condiciones", añade.
