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La victoria nacionalista deja en el aire el futuro de Bélgica

El país debe asumir dentro de dos semanas la presidencia de la UE.

el 13 jun 2010 / 20:12 h.

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El líder del partido nacionalista N-VA, Bart De Wever.

La victoria del partido soberanista belga (31 escaños de 150) vuelve a llenar de incertidumbre el futuro de Bélgica. Aunque el líder de la Nueva Alianza Flamenca (N-VA), Bart de Weber, aseguró ayer que tenderá la mano porque no tiene intención de "bloquear el país", esta formación política ansía la independencia de Flandes, lo que supondrá un importante obstáculo a la hora de formar un posible Ejecutivo de coalición con el líder del Partido Socialista (PS) francófono, Elio Di Rupo, ganador de las elecciones en la región francófona belga de Valoni.


Y de fondo, además, se encuentra la presidencia de turno de la Unión Europea, que el país belga debe asumir dentro de sólo 15 días.
En una comparecencia ante militantes y simpatizantes, en la que confirmó el éxito histórico de su formación en las elecciones legislativas celebradas ayer, De Wever insistió en que "el Estado debe ser reformado y las finanzas saneadas", pero se mostró dispuesto a "tender la mano" a los partidos francófonos de la otra mitad del país. "Iremos todos juntos en esa dirección. Nadie tiene interés en bloquear este país. Hay que poner en marcha una estructura que funcione y que nos permita resolver los problemas".


"Hace falta cambiar las cosas juntos, hace falta que avancemos juntos", añadió. Según De Wever, "el reto es enorme, nunca visto", pero, declaró, "creo que nosotros podemos hacerlo. Los flamencos han elegido el cambio y nos les decepcionaremos".
Posteriormente, en una entrevista a la cadena de televisión francófona RTL-TVi, repitió su disposición a ofrecer el puesto de primer ministro a un francófono: "El título de primer ministro no es importante para mí", aseguró.


Ante una cuestión sobre su objetivo final declarado de lograr la escisión de Bélgica, De Wever matizó que eso no va a ocurrir de un día para otro, sino "tras una evolución". "Si Bélgica desaparece algún día, será tras una evolución", aclaró el líder nacionalista.
Así, podría ofrecer a un francófono el puesto de primer ministro, reservado en primera instancia a quien obtenga más escaños, con la esperanza de que esta comunidad se muestre a cambio más flexible en la futura negociación de una nueva descentralización del Estado.
Por su parte, el líder del Partido Socialista (PS) francófono, Elio Di Rupo, ganador de las elecciones legislativas en la región belga de Valonia (24 escaños), hizo ayer un llamamiento para que sea escuchado el deseo expresado en las urnas por los flamencos al votar por el partido soberanista. "Una parte importante de los flamencos desea que nuestro país avance. Ese mensaje debe ser escuchado", dijo Di Rupo, durante el discurso que ofreció para dar las gracias a sus votantes en las elecciones legislativas celebradas hoy en Bélgica. "El PS siempre ha estado dispuesto a una reforma del Estado que garantice más prosperidad a bruselenses, flamencos y valones", afirmó Di Rupo, quien añadió que los francófonos deben "tener el valor para concluir un acuerdo equilibrado".


"El PS se comportará de manera constructiva para estabilizar nuestro país", aseguró Di Rupo, quien pidió a los responsables del resto de partidos que muestren "a Europa entera" la capacidad de Bélgica de hacer frente a las dificultades. "Para salir de la crisis Bélgica necesita un gobierno federal", insistió el líder francófono, quien remató: "Los ciudadanos belgas ya se han expresado. Ahora corresponde a los elegidos estar a la altura".

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