http://youtu.be/Bo2MEbyI8_Q El Betis ha vencido al Numancia (2-1) y por tanto ha conseguido el pleno de puntos en las dos primeras jornadas de la temporada en Segunda, así que se asienta en los puestos que le corresponden por potencial, pero el conjunto de Julio Velázquez sigue generando muchas dudas. Si ha ganado a su segundo oponente ha sido, cómo no, por Rubén Castro, como ocurrió antes otras muchas veces. La puntería del canario, el mejor con diferencia de los suyos, ha decidido un choque en el que su equipo hizo una muy pobre puesta de largo ante su afición. La primera parte empezó con apariencia de fiesta y terminó con un nivel de ridículo muy similar o incluso peor que el de muchas jornadas del patético descenso de la pasada temporada. Rubén Castro marcó casi en el primer balón que tocó (m. 5) y el duelo comenzó a tomar el rumbo que deseaban todos los béticos, pero a partir de ahí, sin explicación razonable que se tercie, el Numancia se adueñó por completo del encuentro. Aun así, el conjunto verdiblanco dispuso de hasta dos ocasiones muy, muy claras para agrandar su ventaja y, quién sabe, finiquitar la resistencia de su oponente, pero en todas se estrelló con Biel Ribas. Primero fue Jorge Molina (m. 6) y luego, de nuevo, Rubén Castro (m. 20). Esa última oportunidad del canario fue el preludio de lo que nadie imaginaba. En un saque de banda, un balón prolongado hacia atrás dejó en el habitual mal lugar a Perquis, que no defendía a nadie, y Jordi. Adán tampoco anduvo fino y Palanca, como Pedro por su casa, metió la punta de la bota para establecer el empate. El Betis perdió en esa jugada su ventaja y a un jugador, ya que el guardameta, además de estar poco atinado, se llevó por delante a Álex Martínez y lo lesionó. De ahí al final del primer tiempo, el Betis no fue un equipo de fútbol. Se limitó a pegar balonazos mientras el Numancia tocaba el esférico con mucho más sentido y rezó para que Rubén o Molina entrasen alguna vez en contacto con la pelota. El canario lo hizo ya en el descuento, pero de nuevo se topó con el inefable Biel Ribas, que antes también había evitado otro tanto de Lolo Reyes (m. 39) y acto seguido había visto que la suerte, en forma de larguero, lo acompañaba en un remate de Xavi Torres a bocajarro (m. 40). El Betis se marchó al descanso con muchas dudas y otro jugador menos, Molinero. El lateral, en el colmo del ridículo, no dejó el partido por lesión ni expulsión ni decisión técnica. Se fue porque en todo el estadio no fueron capaces de encontrarle una segunda camiseta de recambio. Al principio del partido sufrió un encontronazo y acabó con una brecha y sangre por todo el rostro. Se cambió la zamarra, pero siguió fluyendo la sangre a pesar del vendaje y el árbitro lo conminó a cambiarse de nuevo. Los empleados hicieron un arreglo indigno de un club como el Betis y le pusieron sobre la camiseta sangrada una de otro compañero recortando el núcleo central, donde aparecen el número y el nombre, para que se viese su propio nombre. Y claro, la solución no fue aceptada y el futbolista, muy enfadado, fue sustituido por Nono. Esa es otra: sólo faltaban dos minutos para el descanso. Lolo Reyes pasó a ser el lateral derecho de ahí al final del encuentro. El regreso de los equipos tras el intermedio dejó un Numancia menos valiente que en el tramo final de la primera parte, pero Biel Ribas no cambió. En el 54' impidió que Cejudo materializase el 2-1. Fue la única ocasión en muchísimos minutos. El Betis, lento, exasperante, horizontal hasta el aburrimiento y con muy pocas variables tácticas para modificar el sino de la batalla, no se acercó ya más al meta rival hasta que Rennella, recién entrado en sustitución de Jorge Molina, ganó la posición a Gaffoor en un centro lateral de Cejudo y fue agarrado por el central. Absurda falta, ya que el balón iba directo a las manos de Biel. El árbitro vio la infracción y Rubén, para variar, mandó el penalti lejos del alcance del meta numantino. De ahí al final, Nono debió sentenciar el choque en una maravillosa asistencia de Rubén, pero mandó su remate al poste, y el Betis sufrió, porque eso parece inevitable en el noventa y tantos por ciento de sus victorias. Cosa lógica si la defensa es un flan cada dos por tres y es incapaz de defender con solidez un saque de banda potente. El último de Isidoro, en el 83', casi hace zozobrar al Villamarín. No llegó Vicente y el favorito número uno para el ascenso, a pesar de los pesares, ya lleva seis de seis y se coloca líder. REAL BETIS: Adán; Molinero (Nono, m. 43), Perquis, Jordi, Álex Martínez (Casado, m. 26); Lolo Reyes, Xavi Torres; Cejudo, Matilla, Rubén Castro; y Jorge Molina (Rennella, m. 72). CD NUMANCIA: Biel Ribas; Isidoro, Gaffoor, Regalón, Ripa; Kader (Álex Arias, m. 81), Antonio Tomás, Pedraza, Palanca (Vicente, m. 68); Gerrit (Natalio, m. 58) y Sergi Enrich. Goles: 1-0, m. 5: Rubén Castro. 1-1, m. 21: Palanca. 2-1, m. 76: Rubén Castro, de penalti. Árbitro: Muñoz Mayordomo (castellano-manchego). Amonestó a los béticos Xavi Torres, Perquis, Adán y Cejudo, así como a los visitantes Pedraza, Ripa, Regalón, Natalio y Gaffoor. Incidencias: partido disputado en el estadio Benito Villamarín. 31.420 espectadores.