El Teatro Central ya tenía programada La esclusa mucho antes de que ésta hubiera cobrado vida escénica. Así lo explicó ayer la única actriz de este monólogo, Maica Barroso. "La confianza en nuestra obra ha sido total", afirmó. Y fruto de ello es el texto en el que se basa la propuesta, una obra de Michel Azama, uno de los más destacados nombres de la dramaturgia francesa. Escrita tras haber realizado unos talleres en una cárcel de mujeres condenadas a cadena perpetua, el monólogo que representa estos días la Compañía Devenir se interroga acerca de las vidas y el estado anímico de las reclusas.
"La esclusa es la desgarradora historia de una mujer que tras 16 años en la cárcel afronta lo desolador de un futuro en libertad en un mundo en el que nada ni nadie le espera", resumió su directora, Sylvie Nys, quien ha acompañado a la veterana Maica Navarro en la construcción de "un personaje agotador, una mujer devastada pero vital".
Contada en medio de un escenario vacío, desde la sencillez y la crudeza de su historia, la actriz subraya el plano puramente humano y emocional mediante el cual traslada al público "la complejidad y el caos de la mente de la protagonista".
En palabras del propio autor, Michel Azama: "El teatro que me gusta es un eco del mundo interior, un espacio donde se medita sobre la realidad, sin reproducirla (...), un teatro poético y político que refleja las preocupaciones de nuestro tiempo".
