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La vieja Carmo sale a la luz

Descubierto un cuarto mosaico en las obras de reforma de una casa en el centro.

el 01 mar 2012 / 21:42 h.

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Las entrañas de la antigua Carmo están saliendo a la luz y es que las obras de reforma promovidas en una vivienda particular del barrio de Santiago, en el casco histórico de Carmona, han propiciado el descubrimiento un nuevo mosaico, y ya es el cuarto, de una antigua domus romana del siglo I después de Cristo. Este hallazgo se se suma al de los tres mosaicos similares encontrados a comienzos del mes de febrero en esta misma finca.

La civilización romana dejó en esta ciudad importantes tesoros patrimoniales, como su famosa necrópolis, su anfiteatro o sus conocidas canteras.

Hasta la fecha, y según informó ayer el Ayuntamiento de Carmona en una nota de prensa, sólo se ha podido documentar un metro cuadrado el nuevo mosaico, pero parece que sus dimensiones pueden ser mayores que las de los anteriores hallazgos.
Según los arqueólogos del Consistorio, sigue en la línea decorativa de los mosaicos anteriores, pues es geométrico y está realizado con teselas de piedra caliza de color blanco y negro de diferentes formas y tamaños, predominando las de forma cuadrada de un centímetro de lado.

Está decorado con figuras geométricas, cuadrados, triángulos, motivos dentados y vegetales que dan lugar a una bella composición.

A comienzos del pasado mes de febrero, y con motivo del primer hallazgo, una portavoz del Servicio de Arqueología del Ayuntamiento de Carmona había señalado a Europa Press el valor del descubrimiento inicial de tres mosaicos romanos en esta misma finca sometida a reformas. Los fragmentos de mosaico, uno de los cuales se conserva en buen estado, corresponderían al siglo I después de Cristo y fueron elaborados con teselas de piedra caliza blanca y negra de diferentes formas y tamaños, entre las que también predominan las de forma cuadrada.

En el primero de los mosaicos hallado en el mes de febrero predomina un gran fondo blanco en el que se distribuyen uniformemente alineadas pequeñas cruces de color negro.
El segundo, del que se conservan aproximadamente cuatro metros cuadrados de superficie, está decorado con parejas enfrentadas de peltas, motivos en forma de media luna conocidos como escudos griegos o escudos de las amazonas. Estos motivos se encuentran enmarcados por una gruesa trenza de cinco cabos en la zona cercana a los muros de la habitación.

El tercero de los mosaicos pavimentaría una fuente o estanque realizada con losas de mármol de gran tamaño. Está decorado con figuras de cuadrados de color blanco adornados con motivos vegetales, que se encuentran dentro de otros cuadrados que son de color negro.

Las inmediaciones de la finca donde han sido hallados los mosaicos han sido objeto de otras intervenciones arqueológicas en los últimos años, lo que ha permitido conocer que a lo largo de los siglos I y II después de Cristo la Carmona romana creció hacia el este y el sur.
Estas zonas de la antigua Carmona se encontraban sin urbanizar antes de la presencia romana, lo que hizo posible la construcción de grandes mansiones pavimentadas con mosaicos.

La casa típica romana en Carmona estaba configurada en torno a un patio o atrium. A su alrededor se distribuían las distintas dependencias, cocina, letrinas, cubicula, triclinum. Los tejados vertían sus aguas hacia el atrio donde se recogían en una piscina. Las cimentaciones solían ser de mampostería, los muros de sillares, sillarejos, piedras o lajas de alcor o ladrillos, revocados por mortero de cal y posteriormente pintado con motivos figurativos, geométricos o lisos. Los colores más comunes son el blanco, rojo y en menor medida el azul, verde o ocre.

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