La Virgen de Valme regresa a Dos Hermanas tras su restauración

Las intervenciones realizadas a lo largo de la historia material de la imagen han modificado su forma y su aspecto cromático.

La restauración de la imagen de la Virgen de Valme, titular de la  Pontificia, Real e Ilustre Hermandad Nuestra Señora de Valme Coronada  y San Fernando, se presenta este jueves en la ciudad sevillana de Dos  Hermanas. El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH),  agencia pública empresarial de la Consejería de Educación, Cultura y  Deporte, ha llevado a cabo el proceso de restauración conforme al  Proyecto de Conservación emitido en junio de 2013 a petición de la  Hermandad. Imagen singular dentro del panorama escultórico mariano andaluz al  ser escasas las tallas medievales con dicha iconografía conservadas  en nuestro territorio, representa, según un comunicado del IAPH, una  de las primeras manifestaciones plásticas introducidas tras la  conquista en una sociedad carente de imágenes antropomorfas como era  la musulmana. Supone además la pervivencia de una devoción y un  culto, estando documentada la advocación de Valme desde el siglo  XVII, ligados al emblemático lugar del Cortijo de Cuarto donde se  ubica su ermita. valmeEn este lugar se celebraban las fiestas en honor a la imagen según  consta en los siglos XVII y XVIII, antecedente de la romería que  comenzó a realizarse a finales del XIX y continúa llevándose a cabo  en la actualidad en el mes de octubre. Esta romería ha sido  registrada en el Atlas de Patrimonio Inmaterial de Andalucía en la  categoría de "rituales festivos", por su relevancia histórica y  cultural. Las intervenciones realizadas a lo largo de la historia material  de la imagen han modificado su forma y su aspecto cromático. Con  anterioridad a 1669, la talla fue transformada para ser vestida según  la moda barroca. La restauración de Adolfo López en 1894 recupera el  aspecto morfológico original, con la imagen del Niño sobre la rodilla  izquierda y las manos en la posición anterior a la transformación del  siglo XVII. Los principales problemas de conservación tenían su origen en el  envejecimiento natural de los materiales y en las operaciones de  manipulación y uso. Respecto a la policromía, se apreció falta de  adhesión entre los estratos polícromos, con erosiones y pérdidas  ocasionadas por golpes y roces. Algunas fendas localizadas en el  soporte habían roto los estratos de policromía. Tras la desinsectación con gases inertes, se procedió a la  eliminación de la suciedad superficial, de los barnices alterados y  de las reintegraciones hechas en la última intervención documentada.  Esto permitió una observación más exhaustiva de las capas de  policromía subyacentes y realizar el tratamiento de fijación de  estratos y la consolidación del soporte. Finalmente se repuso el  estrato de reparación en las zonas con pérdidas y se reintegraron  cromáticamente las estucadas. Como en todos los casos de intervención en imágenes de valor  devocional, la percepción de la obra artística y la conveniencia de  la recuperación de su imagen más consolidada han sido los  factoresfundamentales para determinar los criterios de conservación  restauración, consensuados en la comisión mixta de seguimiento  integrada por representantes de la Hermandad y técnicos del IAPH.

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