La Virgen de Valme vuelve a casa tras su restauración en el IAPH

Cuatro meses después, la imagen fue presentada en la capilla del Ave María de Dos Hermanas

La Virgen de Valme ha vuelto a Dos Hermanas después de cuatro meses en el IAPH. Foto: Helena Peña La Virgen de Valme ha vuelto a Dos Hermanas después de cuatro meses en el IAPH. Foto: Helena Peña Con la capilla del Ave María repleta de fieles, la Virgen de Valme volvía a Dos Hermanas después de cuatro meses de ausencia. Y es que desde el pasado 3 de febrero, esta imagen nazarena comenzó su primera fase de restauración en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), un proceso que presentó Lorenzo Pérez del Campo, jefe del centro de intervención de la institución, ante los devotos congregados en el acontecimiento. Culminaba así el proyecto de conservación emitido en junio de 2013 a petición de la Hermandad para la que, en palabras del Hermano Mayor, Francisco Javier Díaz, «mucho ha sido el vacío que hemos sentido en estos días al no tenerla con nosotros». Según Lorenzo Pérez, la imagen de la Virgen de Valme es singular dentro del panorama escultórico mariano andaluz «al ser escasas las tallas medievales con dicha iconografía conservadas en nuestro territorio». Así, representa «una de las primeras manifestaciones plásticas introducidas tras la conquista en una sociedad carente de imágenes antropomorfas como era la musulmana», y añadió que «supone además la pervivencia de una devoción y un culto, estando documentada la advocación de Valme desde el siglo XVII, ligados al emblemático lugar del Cortijo de Cuarto donde se ubica su ermita». De esta forma, se destacó en todo momento los valores de la imagen, que la señalan como patrimonio histórico de Andalucía. Por eso, un total de 10 técnicos de cinco áreas de conocimiento distintas han puesto a disposición de la Hermandad «su amplia experiencia y todos los recursos disponibles», algo que desde la Hermandad han valorado profundamente, y por ello se les ha hecho entrega de un reconocimiento a la labor de restauración. Porque no ha sido un trabajo fácil, dado que los principales problemas de conservación tenían su origen en el envejecimiento natural de los materiales y en las operaciones de manipulación y uso. En este sentido, la restauración «ha ido a garantizar la correcta percepción de la imagen y sus valores patrimoniales». Fundamentalmente, se han llevado a cabo tres técnicas a lo largo del proceso de restauración. Así, tras la desinsectación con gases inertes, se procedió a la eliminación de la suciedad superficial, de los barnices alterados y de las reintegraciones hechas en la última intervención documentada. Esto permitió una observación más exhaustiva de las capas de policromía subyacentes y realizar el tratamiento de fiórico y la consolidación del soporte. Finalmente se repuso el estrato de reparación en las zonas con pérdidas y se reintegraron cromáticamente las estucadas. No obstante, Pérez incidió en que aún no ha concluido la parte científica, puesto que, en los próximos meses, el equipo técnico proporcionará el informe de conclusiones finales con el objetivo de que la Hermandad lleve a cabo las recomendaciones de mantenimiento y conservación preventivas. En esta línea, el Hermano Mayor pidió a los devotos un esfuerzo por «cuidarla y mimarla», y agradeció encarecidamente la colaboración de todos aquellos que contribuyeron económicamente a la causa, a quienes se les entregará un obsequio por parte de la Hermandad. Y en un acontecimiento tan importante para la ciudad nazarena, no faltó la representación municipal. Así, estuvieron presentes en el acto José Román, Antonio Morán y Paco Rodríguez, éste último visiblemente emocionado en su intervención, en la que destacó el «momento histórico para el municipio», aplaudiendo la decisión «responsable» tomada por el cabildo de la Hermandad de llevar a cabo la restauración. Para Rodríguez, como para muchos de los allí presentes, «la Virgen de Valme somos nosotros, nuestra historia, cultura y devoción».

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