Se merecían unas Navidades mejores y al final la lotería nacional les ha dejado un motivo para sonreír: decenas de trabajadores de industrias sometidas a ERE en Alcalá de Guadaíra se llevan 6.000 euros gracias a los décimos que ha vendido la Hermandad del Rosario allí: nada menos que 750 fracciones del 55.448, quinto premio del sorteo.
Si bien la suerte privó a Sevilla y su provincia del Gordo, al menos dejó bastante más que la pedrea en su corona metropolitana. La administración de loterías de la calle Silos de Alcalá, una de las vías comerciales y más populosas de la antigua villa panadera, se encargó de vender los décimos restantes hasta completar 900 décimos vendidos. Todo eso suma cinco millones de euros y la abrumadora mayoría de quienes los compraron se quedaron con uno o a lo sumo dos décimos, si bien a eso de las doce y cuarto de la mañana se presentó allí Luis García... con cinco premiados.
Bueno, no sólo se personó este agraciado: decenas de vecinos descorcharon botellas de cava, se abrazaron, cantaron villancicos y se emocionaron ante el cambio de perspectiva que daban sus Navidades: de la incertidumbre para empleados de Roca (que cerrará y echará a 250 obreros a la calle), de Metasola (en ERE temporal), Cerrojos Cays (ídem) a unas fiestas que de golpe se presentaron radiantes como el día de sol que hizo ayer para muchos alcalareños, ya que al 1% de su población (70.000 habitantes) le ha tocado un pellizco: todo un plan contra la austeridad. Para completar la estampa festiva la banda de música del Soberano Poder, que terminaba su recogida de alimentos llegó a las doce y media con medio centenar de cornetas y bombos y la lio parda enganchando villancicos: la esquina de la administración de loterías era la imagen viva de la fiesta. ¿Qué habrían montado si llega a tocar el Gordo?
Desde la hermandad -que no pudo salir en procesión el último Domingo de Ramos por la lluvia- cofrades como Manuel Segura, mayordomo; Carlos Rubio, teniente de hermano mayor, Enrique Ruiz, consiliario; o el propio hermano mayor, Manuel Vicente Gómez, destacaron más que la alegría por los dos décimos que juega la hermandad y el pellizco que ha tocado a los hermanos y allegados, lo décimos que por caridad esta cofradía había entregado a la comunidad salesiana que atiende a niños que llegan en patera y al asilo de ancianos con parálisis cerebral. Tres décimos para otras personas que pasan "necesidad" fueron comprados el viernes por la noche, de urgencia, por el consiliario, cuando ya se habían devuelto los boletos no vendidos. Es el premio más grande que ha dado el Rosario en los 50 años de historia que hará en 2013.
La suerte también pasó de refilón por Dos Hermanas, donde la administración de la calle Picasso, en Las Teresas, vendió diez décimos de otro quinto premio, el 11.419. Pero nadie bajó a reclamarlo, al menos delante de los periodistas. Tampoco les tocó nada a los siete bomberos de Dos Hermanas del retén vecino que ayer practicaban con un soplete, y eso que siempre compran en esa administración, la número 7.
