El segundo trimestre del año trajo consigo un leve repunte de los precios de la vivienda, y aunque es recibido con toda la cautela posible a la espera de constatar la evolución futura, lo cierto es que se trata del primer encarecimiento que se produce en los últimos seis años, ejercicios que se han caracterizado por un continuo descenso tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
En Andalucía los precios se anotaron un alza del 0,7 por ciento entre abril y junio en comparación con el mismo periodo del año anterior, solo una décima por debajo del comportamiento registrado a nivel nacional (0,8 por ciento), según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que abundó además en que el incremento fue del 1,8 por ciento frente al primer trimestre del año, mientras que acumulaba una revalorización del 0,9 por ciento en el conjunto de la comunidad andaluza en el primer semestre.
Se trata del Índice de Precios de Vivienda (IPV), que no ofrece datos del precio por metro cuadrado, sino que sirve para medir la evolución del indicador. Y, según arroja, los que tiraron del carro de los precios en la región fueron los inmuebles de nueva construcción, cuyos precios subieron un 2,4 por ciento respecto al año anterior, mientras que la vivienda usada avanzó con menor intensidad, el 0,2 por ciento.
La principal novedad estriba en que hay que remontarse al tercer trimestre de 2008 para encontrar la última vez en la que el índice se anotó una subida, que fue entonces del 1,1 por ciento en el caso andaluz. La vivienda nueva no experimentaba una revalorización desde el segundo trimestre de 2009 (cuando se situó en el 0,6 por ciento), mientras que para los inmuebles de segunda mano hay que retrotraerse hasta el primer trimestre de 2008, última subida que alcanzó el 3,8 por ciento en aquellas fechas.
En el conjunto del país, el indicador creció un 0,8 por ciento en el segundo trimestre tras mejorar más de dos puntos y se colocó en tasa positiva, la primera desde el primer trimestre de 2008. La tasa anual de los precios de vivienda nueva se sitúa en el 1,9 por ciento, tres puntos por encima de la del trimestre anterior (en positivo por primera vez desde el cuarto trimestre de 2008). En el caso de la vivienda usada, creció en dos décimas, la tasa más alta desde el cuarto trimestre de 2007.
Susana de la Riva, directora de Comunicación de Tinsa, explica que los datos que maneja su empresa de tasación aún no arrojan esa mejoría, sino un ajuste del 4 por ciento de media en los precios, aunque sus previsiones pasan por que a final de año se «toque suelo». La evolución de los datos económicos, el volumen de stock, el área geográfica, la estabilización del empleo, el consumo interno... son muchas las variables en juego que repercuten sobre el sector inmobiliario. Cierto es, añade, que los bancos han activado un poco las hipotecas y que existe un clima de confianza del inversor, pero ante ello, desde Tinsa se opta por la prudencia. En lo que va de crisis, recuerda, el ajuste de la vivienda ha sido (en el segundo trimestre) del 41 por ciento en el caso de Andalucía.
Otros expertos consultados por Efe coinciden en el análisis. «Son datos esperanzadores, pero que hay que tomar con prudencia porque hay incertidumbres en el mercado residencial que no se han disipado: una sobreoferta importante y una demanda aún débil en un contexto económico complicado», señala a Efe el economista y director de la consultora Horizone, Julio Gil.
«Estamos ante un incipiente cambio de tendencia pero el camino hacia la consolidación aún es largo y hay zonas donde todavía no se ha tocado suelo», señala el director del gabinete de estudios de pisos.com, Manuel Gandarias. Una opinión que comparten desde fotocasa.es: «Es pronto para hablar de cambio de tendencia en los precios. Aunque en algunas zonas de las grandes ciudades el ajuste parece que ha tocado a su fin, en otras aún le queda mucho recorrido». Desde idealista.com, su jefe de estudios, Fernando Encinar, subraya que «sigue resultando muy precipitado hablar de que los precios han tocado fondo o de que hay un cambio de tendencia».
