El consejero delegado de Cash Barea está orgulloso de regentar una firma que nació con una pequeña tienda en la calle Imagen. Aunque la situación invita a la cautela, continúa haciendo inversiones. El 65% de su facturación lo abarcan los 'cash and carry'.
-P: ¿Cómo comenzó la trayectoria de Cash Barea?
-R: La empresa la creó en 1941 mi padre, en la calle Imagen, en una tienda de 40 metros cuadrados. Desde el primer momento se especializó, inicialmente en especias y tripas para embutidos.
-P: ¿Cómo comenzó a trabajar con su padre?
-R: En 1949 montó su primer almacén, en la Encarnación, y empieza a especializarse en lo que luego sería la base del grupo de empresas: el bacalao, las salazones y las conservas. En 1955 tiran la calle Imagen y entonces nos marchamos a la plaza Ponce de León. En 1956 empiezo a trabajar con mi padre y ahí ya teníamos una serie de vehículos de reparto y una red de distribución por los pueblos, que constaba de más de 100 representantes.
-P: ¿Cuándo se especializa definitivamente en el bacalao, su seña de identidad?
-R: En 1962 dejamos la tienda y marchamos a otras instalaciones de 600 metros en la calle Macarena 20. Ya había 4 o 5 coches de reparto y unos 30 empleados. Montamos el primer taller de elaboración del bacalao. Importamos el bacalao de Noruega, Dinamarca, Islandia y Faroes y hacemos la transformación en distintas especialidades y cortes para facilitar la labor de venta. Allí ya llegamos a vender los primeros 500 millones de pesetas al año.
-P: ¿Y a Carretera Amarilla en qué época llega?
-R: En 1972 nos venimos al primer almacén de Carretera Amarilla, que tenía 4.500 metros y comenzamos la distribución y comercialización del pescado congelado en Mercasevilla. En 1982 montamos el primer cash and carry en una parcela adyacente con otros 4.000 metros y ampliamos la plantilla y distribuimos a otros mercas como el de Córdoba, Málaga o Jerez. Actualmente, la superficie total de venta es de 86.000 metros cuadrados, trabajamos 20.000 referencias, tenemos 210 empleados y se ha montado una sala de elaboración de pescado congelado y bacalao con 3.600 metros en el polígono Los Palillos de Alcalá. El volumen de comercialización de bacalao está en el orden de un 1,5 millones de kilos. No sólo se trabaja el congelado tradicional, sino también a punto de sal y no sólo para nosotros, sino también hacemos marcas blancas.
-P: ¿Qué proyectos tiene en mente ahora?
-R: Queremos seguir avanzando. Hemos hecho inversiones en los últimos años en más naves en Los Palillos, otra que tenemos montada en La Negrilla y la que estamos preparando en el PISA. Serán para venta de productos en nivel de polivalencia en hostelería. Estamos ampliando con una inversión que está en los 18 millones el área de frío en todos los cash. Ya hemos hecho una en el de Huelva de 1.000 metros y de 600 en Sevilla y lo tenemos que hacer en Extremadura. Estamos aumentando el número de referencias en refrigeración y congelación, porque estamos seguros de que el desarrollo dentro de la alimentación estará en esta área.
-P: ¿Cómo le está afectando la coyuntura actual?
-R: La estamos acusando, porque cuando llueve lo hace para todo el mundo y ésta es una crisis profunda de la que no se sabe en qué momento está y cuánto tiempo va a durar. La subida de las hipotecas, del combustible o de la luz en la economía familiar los notamos. Tiene menos disponibilidad de efectivo para invertir en los productos de alimentación, droguería, perfumería, limpieza y todos los demás.
-P: ¿En la venta de qué productos se nota la coyuntura actual?
-R: Se ha notado un descenso de ventas en las bebidas alcohólicas, por la nueva ley de tráfico y en los productos de más valor. Ahora sí, se incorporan productos que demandan los inmigrantes de países como Rumanía o Bolivia.
-P: ¿Qué previsión de cierre estima para este año?
-R: Se prevén bajadas y no sólo eso. El problema más acusado radica en que nos suben los gastos generales, pero como la competencia y el mercado están como están, no nos permiten subir los precios, por lo que el déficit irá a la cuenta de beneficios. En 2007 se facturaron 268 millones de euros y este año no sabemos cómo vamos a acabar, porque los índices que nos marcan es que el otoño va a ser duro, a la vuelta de vacaciones. Nos daríamos con un canto en los dientes si acabáramos con la facturación del año pasado, que con la subida que hay de los precios, sería un retroceso.
-P: ¿Le afecta especialmente la subida del precio del petróleo?
-R: Por ese concepto nos ha subido enormemente la cuenta de gastos generales. Y además hay otro problema, la repercusión en los transportes.
-P: ¿Y la huelga del transporte?
-R: Sí nos afectó. A estas alturas no soy capaz de poner en pie cuánto repercutirá, pero al haber fallos en la distribución, lo habrá en ventas.
-P: ¿Qué le parece que se culpe a la distribución del alza de precios de los alimentos?
-R: Donde se están haciendo más denuncias es en perecederos. Nosotros no trabajamos ese producto. Sí sé que cómo vienen los alimentos del campo a cómo se ponen en los puntos de venta. Al escoger las calidades, hay unas mermas. Pero no soy yo quién para opinar de eso porque no trabajo esa rama.
-P: ¿Tiene planeado invertir en nuevos sectores?
-R: El momento es de cautela y hay que solidificar el edificio, sanear los cimientos y tener los pies en el suelo hasta ver venir mejores tiempos.
-P: ¿Cómo afronta el momento el sector?
-R: Hay preocupación tanto en los clientes como en el sector, y se nota que ha crecido la morosidad.
Perfil . Nombre: Manuel Barea Velasco; Nació: Sevilla; Edad: 68 años; Otros datos: Consejero delegado del Grupo Barea.
Profundo sentimiento paternalista . Se le llena la boca al hablar de su padre y se muestra orgulloso de lo que, entre los dos y un buen número de empleados fieles, han sido capaces de hacer. Cash Barea se encuentra entre las primeras 60 empresas andaluzas por facturación y en el sector de Cash and Carry está de las primeras de la comunidad.
"Llevo 53 años vinculado a la empresa y es muy bonito verla crecer como un niño. Empecé muy joven y tuve un gran maestro que fue mi padre. Es un orgullo ver que de ti dependen tantas familias y ver crecer a los empleados, porque para nosotros son nuestra familia", señala el consejero delegado del Grupo Barea, que integra varias empresas repartidas por Andalucía y Extremadura.
La sucesión dentro de esta empresa familiar está garantizada. Tres de sus cinco hijos ya trabajan dentro de la dirección. "Si se puede llamar éxito el llegar hasta este punto, es porque los beneficios los reinvertimos en la empresa", dice, y añade que el corte de Barea "es paternalista, aunque suene romántico".