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Laiciqué

Un delegado de la embajada de Israel, de visita "promocional" en Andalucía, se asombró al oír críticas hacia su Estado por vivr hipotecado por la religión. Respondió rotundo que no conocía un país más confesional, de hecho, que España.

el 15 sep 2009 / 04:37 h.

Un delegado de la embajada de Israel, de visita "promocional" en Andalucía, se asombró al oír críticas hacia su Estado por vivr hipotecado por la religión. Respondió rotundo que no conocía un país más confesional, de hecho, que España. Y citó nuestras fiestas, rituales y nombres, todo ligado al catolicismo. Llevaba, y llevaría ahora, la razón. Esta semana el Gobierno y la jerarquía de la Iglesia Católica han quedado en evidencia al hablar del asunto porque ninguno "predica" con el ejemplo en la defensa de sus posiciones.

Es obvio que el partido y el ejecutivo de Zapatero tienen un discurso laico por los derechos civiles y que en esa línea están legislando. Pero, a la vez, mantienen contradicciones en su actuación en una sociedad no confesional como la nuestra, lo que va más allá de la revisión de los acuerdos con El Vaticano. Es ilógica la presencia oficial de cargos públicos, muchos socialistas, en celebraciones religiosas y en representación de su cargo. O que el funeral catedralicio a Calvo Sotelo fuera un acto institucional y no privado, porque la ceremonia de todos fue en el Congreso.

Por su parte, los obispos se quejan de la poca religiosidad de los fieles. Lo hace una Conferencia Episcopal ocupada, los ultimo años, en hacer oposición política, y que, obsesionada en influir en las escuelas, abandonó la pedagogía en sus templos. Pero le echa la culpa a los medios, no a la COPE; y a que no se trasmiten valores en la familia.. En plena avalancha de bodas, bautizos y comuniones cuesta ver qué valores difunden en unas ceremonias lúdico-consumistas, que, eso sí, llenan sus iglesias.

Periodista

opinion@correoandalucia.es

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