Pese al aluvión de críticas tras la absolución de los médicos del hospital Severo Ochoa de Leganés, el PP considera que el que era consejero de Sanidad cuando se produjeron las denuncias por supuestas sedaciones ilegales, Manuel Lamela, no tiene ninguna responsabilidad política que asumir. El que es ahora consejero de Transportes, por su parte, no se ha pronunciado porque se encuentra de vacaciones en Baqueira desde que la polémica saltó a la palestra política. Lamela reaparece precisamente hoy, en el acto de inauguración de una remodelación de cocheras de metro en Madrid.
El secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, dijo ayer que la Comunidad de Madrid "no ha sido parte" en el juicio que se ha seguido en la Audiencia Provincial. Elorriaga respondió así al ser preguntado por si Lamela debería asumir algún tipo de responsabilidad política tras el auto que ha ratificado el sobreseimiento y archivo del caso. El dirigente popular añadió que tiene la mejor opinión del ex consejero de Sanidad.
Más conjeturas. Mientras tanto, el consejero de Presidencia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, metió ayer el dedo en la llaga y confesó que sigue sorprendiéndole "que haya gente a la que le parezca normal que enfermos terminales mueran sedados en las Urgencias", refiriéndose así a las 400 personas fallecidas por lo que el PP aseguró eran sedaciones ilegales a cargo del doctor exculpado, Luis Montes.
"Lo normal es que sea en una unidad de cuidados paliativos o en habitaciones" donde se produzcan las muertes de los enfermos terminales, afirmó Granados.
