Deportes

Que no pare la fiesta, que no acabe nunca

El Cajasol fuerza del desempate (84-78) de mañana en Valencia regalando una victoria inolvidable en un San Pablo encendido.

el 31 may 2014 / 22:10 h.

El pívot checo del Cajasol Ondrej Balvin (d), controla el balón ante el pívot del Valencia Basket Juan José Triguero./ EFE El pívot checo del Cajasol Ondrej Balvin (d), controla el balón ante el pívot del Valencia Basket Juan José Triguero./ EFE Los casi 6.000 espectadores que acudieron ayer a San Pablo contarían a todos, con la voz ronca, y el pulso todavía algo acelerado que su Cajasol les regaló otro partido para el recuerdo. Este equipo de Aíto García Reneses se ha convertido en un impagable producto de marketing para el baloncesto y para la afición al baloncesto en Sevilla. Después de recibir una paliza en toda regla en Valencia, el Caja se revolvió con orgullo y demostró al campeón de la Eurocup que ese lema que lucen en sus camisetas naranjas, Cultura del Esfuerzo, no les es ajeno, más bien es ley bajo la tutela del maestro García Reneses. Esfuerzo, orgullo, ambición y talento, mucho talento. San Pablo se puso boca abajo como no se recordaba en un final de una intensidad brutal, donde Bamforth y Urtasun pusieron la guinda a una victoria tremenda como el partido de Marcus Landry. Loor para este equipo, inolvidable. Mañana, desempate en Valencia. El trabajo del Cajasol fue descomunal. Lo preceptivo para mantenerle el pulso a este Valencia Basket que puede poner en jaque al equipo más pintado de esta liga. Picado en su orgullo por la tunda que recibió en la ciudad del Turia, la defensa de los hombres de Aíto fue digna de elogio. Ante cualquier otro rival le hubiese permitido tener ventajas, pero ante este pétreo conjunto taronja le dio para mantener el equilibrio y llegar con el marcador en tablas al descanso (34-34). Los chicos del San Pablo, además, elevaron sensiblemente sus prestaciones en ataque respecto al primer partido de estos cuartos de final, adaptándose por fin a la dureza de una defensa con muchos contactos, pero sobre todo porque tuvo a un impresionante Marcus Landry. Al intermedio sumaba 17 puntos, la mitad justo de los de su equipo, con una serie sobresaliente de 4 de 5 en tiros de dos y 3 de 4 en triples.  El Cajasol encontró soluciones en los alrededores del aro, con acciones de bloqueo y continuación y cambiando la orientación del ataque de forma rápida para burlar la siempre bien posesionada defensa de los de Perasovic, que logró, no obstante, un hito en la temporada: al segundo mejor equipo en rebotes ofensivos de la Liga Endesa lo dejó a cero tras 20 minutos de juego. Los sevillanos promedian más de 12 por encuentro y no cogieron uno solo. En cambio, sí fue fundamental bajar los porcentajes en triples de los levantinos, que al descanso sólo contabilizaban un 25% (3 de 12), donde son los mejores de la temporada con más de un 40%. El tercer cuarto fue sencillamente una explosión, una liberación en un partido tan duro. La mecha se encendió de nuevo desde la defensa, que asfixió cada vez a un Valencia que durante varios minutos estuvo fuera de órbita. Forzó varias pérdidas que acabaron con la misma factura, con mates de Landry, que redondeó esa serie mágica de minutos con un triple cuando Perasovic recurría a una zona 1-3-1: 24 puntos en 27 minutos (54-42). Mata se enchufó definitivamente y el Caja despegaba con un nuevo triple de Bamforth. San Pablo estallaba una y otra vez. Los locales lograban una renta de 16 puntos, con muy buenos minutos de Radicevic en la dirección y de Hernangómez bajo tableros. Quedaba el último cuarto (66-52), que se le podía hacer eterno al Cajasol. Así fue. En un visto y no visto, Lucic y Van Rossom anotaron sendos triples (68-60). Doellman falló otro intento, también Rafa Martínez. Los visitantes estaban tocados, presos de la ansiedad, porque el Caja seguía encontrando el aro (72-60). Quedaban cinco minutos. Mucho. Dos triples de Van Rossom y otro de Lafayette, pusieron en un brete el choque, más cuando el belga volvió a anotar en plena fase de vértigo del Caja en ataque (72-68). Valencia convirtió en oro un par de rebotes ofensivos y Doellman igualaba (76-76). Tensión y nervios para todos menos para Bamforth, menos para Alex Urtasun, que anotaron dos triples desde las esquinas que dieron el justo premio a este equipo que será difícil de olvidar. Ficha técnica: 84 - Cajasol (18+16+32+18): Radicevic (4), Bamforth (9), Satoransky (5), Landry (26), Balvin (6) -quinteto inicial-, Mata (10), Hernángomez (7), Porzingis (10), Urtasun (7) y Corrales (0). 78 - Valencia Basket (20+14+18+26): Van Rossom (20), Pau Ribas (0), Sato (9), Doellman (11), Dubljevic (4) -quinteto inicial-, Aguilar (5), Lishchuk (3), Rafa Martínez (12), Lafayette (3), Lucic (11) y Triguero (0). Árbitros: Martín Bertrán, Peruga y Sánchez Mohedas. Sin eliminados. Incidencias: Segundo partido del "playoff" de cuartos de final de la Liga Endesa disputado en el Municipal de San Pablo ante alrededor de 5.000 espectadores.

  • 1