(FOTOGALERÍA DEL EVENTO EN EL CORTIJO DE LA GOTA DE LECHE)
El espíritu del arzobispo Marcelo Spínola y Maestre, fundador de El Correo de Andalucía, su personalidad, sus valores y su indudable compromiso con los más necesitados revolotearon ayer sobremanera en el acto inaugural del 115 aniversario del periódico decano de la prensa sevillana, una efeméride que marca el inicio de una etapa de expansión y crecimiento del rotativo de la mano de su nuevo grupo editor, Morera&Vallejo. El Cortijo de la Gota de Leche, edificio emblema del parque empresarial Morera&Vallejo, se quedó anoche pequeño para albergar el primero de los actos programados en este 2014 para conmemorar los 115 años de vida de este periódico, al que asistieron numerosas autoridades y más de 400 personas de los más variados ámbitos de la vida social, académica, judicial y cofradiera sevillanas.
El arzobispo de Sevilla y presidente honorífico del comité de honor para esta celebración, Juan José Asenjo, y el alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido, presidieron un multitudinario evento que sirvió para conmemorar los 115 años de vida de El Correo y, a la vez, para empezar a vislumbrar el futuro que se abre ante el decano de la prensa local de la mano de un grupo multimedia que además del periódico en papel y de su edición digital en la web ya ha incorporado a una televisión hermana, El Correo TV.
José Leonardo Ruiz, catedrático de Historia; Juan Ignacio Zoido, alcalde; Antonio Morera Vallejo, presidente del Grupo Morera&Vallejo;Juan José Asenjo, arzobispo; y David López Royo. / Pepo Herrera
Tras la proyección de un vídeo en el que se resumían los valores que guían la filosofía empresarial del grupo Morera&Vallejo, el primero en tomar la palabra fue el arzobispo hispalense, Juan José Asenjo, quien glosó la figura del fundador de El Correo, «uno de los más eminentes pastores que han regido nuestra Archidiócesis», del que destacó «su sencillez, su humildad y su entrega generosa a los más necesitados, lo que le valió el sobrenombre de arzobispo mendigo». «Don Marcelo logró ganarse el corazón de todos los sevillanos» y fue «uno de los hombres de Iglesia que mejor entendió la doctrina social de la Iglesia impulsada por el Papa León XIII», puntualizó en su discurso Asenjo. Consciente de la influencia de la prensa en la formación de la opinión pública, «la obra más significativa de don Marcelo en la difusión de los ideales patrios, cristianos, fue la fundación de El Correo de Andalucía», detalló Asenjo, apostando por un modelo de prensa «suprapartidista, buena, serena, centrada» en contraposición al modelo de prensa liberal y anticlerical de entonces, y a su polo opuesto, «la prensa radical, a veces más papista que el Papa».
Antes de concluir su intervención deseando «larga vida al Correo de Andalucía», el arzobispo alabó la decisión de Antonio Morera Vallejo de reflotar al decano de la prensa sevillana y de orientar su línea editorial a los propósitos fundacionales. «volviendo a los orígenes humanistas del periódico y favoreciendo el pluralismo informativo, que hubiera quedado muy tocado y herido con su desaparición».
Y si el arzobispo abrió la tanda de discursos, al alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, le correspondió el último turno de palabra. El regidor felicitó a El Correo «a los trabajadores y a todos los que durante estos 115 años han colaborado en hacer grande nuestra ciudad a través de sus páginas». «La longevidad de El Correo de Andalucía cobra más importancia al tratarse de un medio de comunicación en un sector que atraviesa momentos de convulsión no sólo debido a la delicada situación económica sino al cambio de modelo que está experimentando» la prensa escrita. «Como alcalde de Sevilla me alegro de estar asistiendo a una nueva etapa de este periódico», expuso, ya que «perder al periódico decano hubiera sido una noticia muy triste para Sevilla, la libertad y la democracia». En este sentido, alabó el cambio de diseño y de formato, con la inclusión de las grapas, que ha experimentado el periódico. Zoido también glosó la figura del cardenal Spínola, «ferviente defensor de la educación y la cultura, piezas fundamentales para sustentar la inteligencia y el corazón de las personas» y concluyó subrayando que «los medios de comunicación y los periodistas jamás deben olvidar que su razón de ser es garantizar el derecho constitucional de los ciudadanos a una información veraz». «Si no hay democracia sin periodismo, tampoco hay periodismo sin verdad, sin honestidad y sin libertad», sentenció para cerrar su discurso.
INNOVACIÓN
Por su parte, Antonio Morera Vallejo, apeló a los presentes a «echar una mano» en esta nueva etapa que emprende el decano de la prensa sevillana, «porque El Correo de Andalucía no es una empresa más, es un símbolo». El nuevo editor aseguró que decidió implicarse en este proyecto aparentemente sin futuro «porque ya está bien que tantas empresas buenas desaparezcan» y añadió que «a medida que voy conociendo la historia del cardenal Spínola más fácil es enamorarse de este proyecto».
Morera también se refirió a los nuevos tiempos que se abren ante El Correo de Andalucía. «Estamos demostrando que se puede innovar y no aceptamos como principio que una profesión como la de periodista no tenga futuro». Inyectando al periódico la misma filosofía empresarial de «ilusión en el trabajo» de todas sus empresas, el presidente del grupo Morera&Vallejo apostó por ofrecer a los ciudadanos «una información que sirva, didáctica, plural, que nos dé la oportunidad de conocer cosas.
Conducido por el periodista Víctor García-Rayo, el acto, de hora y media de duración, contó además con la intervención del sociólogo y profesor de Universidad David López, quien destacó que «los valores de El Correo de Andalucía parten de la coherencia, la pedagogía y la pluralidad» y aseguró que su renacer vendrá de la mano de su «vocación de servicio». También intervino el catedrático de Historia Contemporánea y biógrafo de Marcelo Spínola y Maestre, José Leonardo Ruiz, quien subrayó que «Sevilla, gracias a El Correo, fue el epicentro de toda la prensa católica de ámbito nacional», un modelo nacido en Sevilla y que se expandió por toda España.
