La fina lluvia intermitente que ayer domingo cayó en Madrid no desanimó a las cerca de 11.000 personas que visitaron el Congreso el primero de sus dos días de puertas abiertas. Con puntualidad británica, a las diez, el presidente de la Cámara, José Bono, abrió la Puerta de los Leones -que sólo se abre para los Reyes en ocasiones especiales- para dar paso a las cientos de personas que aguardaban en la calle desde la madrugada.