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Las adjudicaciones de obras públicas en Écija parecen malditas

Que la actual crisis empezó en el sector de la construcción es un dato incontestable. En Écija, además, la crisis está provocando el retraso, cuando no la paralización, de proyectos de importancia.

el 16 sep 2009 / 07:52 h.

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Que la actual crisis empezó en el sector de la construcción es un dato incontestable. En Écija, además, la crisis está provocando el retraso, cuando no la paralización, de proyectos de importancia. De hecho, en la ciudad existe cierta maldición sobre sus proyectos más emblemáticos, incapaces de salir adelante a la primera y con constantes escollos en un camino hacia su ejecución que se antoja tremendamente arduo. Es difícil saber por qué, pero entre otras cosas, un proceso tan normalizado como la adjudicación de una obra, parece aquí mucho más complicado.

Quizá el ejemplo más claro de la influencia de la crisis en las obras públicas de la ciudad sea la mala terminación de la plaza de España, conocida como el Salón, ejecutada por una empresa que, entre la fecha de terminación -incumplida- y la entrega, declaró concurso de acreedores.

Pero el caso más digno de estudio está cerca. La conversión del Palacio de Peñaflor en un hotel de lujo va camino de convertirse en la nueva obra de Santa Cruz, expresión que en Écija se utiliza para dar a entender, de forma gráfica, que una situación dura mucho. La parroquia de Santa Cruz se construyó a lo largo de varios siglos? Y todavía no está terminada. La del hotel es una obra que pasó prácticamente por todas las calificaciones: declarada desierta, adjudicada, anulada la adjudicación, vuelta a adjudicar? y de nuevo declarada desierta. Con el agravante de que se trata de un proyecto que afecta a un monumento y, además, con un evidente carácter emblemático en la ciudad y fuera de ella, ya que la fachada es una de las imágenes más repetidas para ilustrar su rico patrimonio. En estos momentos, el proyecto está parado, al haberse rescindido el enésimo contrato de adjudicación de las obras por incumplimiento de la empresa.

Otro proyecto parado es el de la cubierta de la plaza de abastos. Se presentó en septiembre de 2007, pero su adjudicación fue declarada desierta concurso público tras concurso público. El equipo de gobierno (PSOE) defiende al respecto que es porque las ofertas que se presentan no cumplen los requisitos exigibles para esta obra.

Un camino similar llevaba la segunda fase de la construcción de la escuela hípica municipal, adjudicada este mismo verano después de prácticamente un año de concursos públicos desiertos y negociaciones con empresas para contratar un proyecto imprescindible para poner en marcha las instalaciones, que todavía están a medio terminar.

También vivió un rosario de imprevistos la adjudicación de las obras para ampliar las instalaciones de la comisaría de la Policía Nacional, todavía pendientes de su contratación. Esta obra llegó a contratarse hace unos meses, pero un error en su tramitación obligó a volver a sacarla a licitación y a readjudicarla.

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