Las mujeres afganas se han echado a la calle para protestar contra la nueva ley que regula los asuntos de familia de la comunidad chií y en la que, entre otras cuestiones, se legaliza la violación dentro del matrimonio.
Unas 200 mujeres, la mayoría chiíes, se manifestaron ayer en Kabul contra esta cuestionada ley de familia, pero tuvieron que soportar a un grupo más nutrido de fieles de esta secta del Islam que las rodeó e increpó, por lo que la Policía tuvo que intervenir. Las mujeres se congregaron frente a un complejo chií que aloja una mezquita y una Universidad en el oeste de Kabul, y cantaron eslóganes para pedir que la ley sea enmendada, según pudo presenciar Efe.
Pero pronto unas 1.000 personas -entre ellas unas 200 mujeres- rodearon a las manifestantes para boicotear la protesta. "Esclavas de Occidente", "apóstatas" o "cristianas" son algunos de los gritos que profirieron contra las mujeres que habían organizado la protesta. "Oponerse a la ley es oponerse al Corán y al Islam", chillaron también, visiblemente irritados.
La Policía separó a ambos grupos, que se lanzaron algunas piedras, tras lo cual las 200 mujeres marcharon hacia el Parlamento -no muy lejos del complejo religioso- para seguir con la protesta. Según un testigo consultado por Efe, durante el trayecto los agentes dispararon cuando una joven pretendía unirse a la manifestación y fue golpeada por un grupo de personas, a consecuencia de lo cual cuatro personas resultaron heridas, aunque las autoridades no pudieron confirmarlo.
La Asociación Civil de Mujeres de Afganistán, organizadora de la protesta, emitió un comunicado en el que denunció que un grupo islamista atacó una escuela en la zona, rompiendo ventanas y puertas. El director del centro había criticado la ley por considerar que legaliza la "violación" en el matrimonio, según la nota, que añade que las fuerzas de seguridad tuvieron que acordonar la zona.
El presidente afgano, Hamid Karzai, se comprometió el pasado 4 de abril a revisar la ley promulgada para regular los asuntos de familia de la comunidad chií, alrededor de un 15% de la población afgana, de mayoría suní.
El Gobierno estudiará la ley de forma "cuidadosa" y decidirá si es necesario devolverla a la cámara baja para enmendarla, según Karzai. Aunque el texto final de la ley aún no se ha hecho público, la ONU y EEUU pidieron su revisión a la luz de las informaciones aparecidas sobre la supuesta legalización de la violación de la mujer.
En una reciente entrevista con Efe, el diputado chií Ramazan Bashardost, dijo haber votado en contra de la norma y confirmó que uno de los artículos permite al marido mantener relaciones sexuales con su esposa "cuando quiera" y que otro estipula que la mujer no puede trabajar "sin el permiso" de su pareja.
La organización defensora de los Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW) pidió al Gobierno afgano que escuche a las mujeres y que rechace esta ley de familia.
