Las empresas agroalimentarias andaluzas sacan nota en producción, pero suspenden en comercialización. Tanto, que el 70% prefiere la comodidad de fabricar marcas blancas de distribuidores antes que hacer esfuerzos en marketing e innovación.
El sector adolece de una debilidad competitiva muy extendida. Es la conclusión que se desprende del estudio sobre 135 empresas elaborado por el Instituto Internacional San Telmo, y que fue presentado ayer por el profesor Antonio Villafuerte, que apunta que el 42% de las empresas enfocan la competitividad de sus productos a mejorar su calidad, aunque realizan un escaso uso de estrategias de promoción y desarrollo de marcas para comunicar al cliente esa virtud. Así, el 80% de las firmas invierte menos de un 3% de su facturación en publicidad y un 56% no realiza ninguna campaña anual de marketing.
En este sentido, la agroalimentación andaluza prefiere la comodidad de fabricar marcas blancas para distribuidores que trabajar sobre una propia. En concreto, el 37% se muestra a favor de entrar en la producción de marcas de distribuidor, incondicionalmente, el 31,6% lo haría para dar salida al exceso de producción y sólo el 30,4% restante rechaza tal opción.
El estudio ha sido realizado por el Instituto Internacional San Telmo en colaboración con T2M Consulting y con el patrocinio de la Fundación Caja Rural del Sur.
