Los vecinos de las calles Gaviota y Mirlo, en el barrio de Los Pajaritos, tienen problemas con la red de alcantarillado. "No recoge bien el agua. Muchas veces se inundan los bajos y entradas de las viviendas con aguas sucias y fecales", denuncia Daniel Blanco Trujillo, uno de los inquilinos del número 29 de la calle Gaviota.
Los residentes se encuentran con olores insoportables y filtraciones de aguas fecales en sus pisos, en las que mayoritariamente viven personas mayores, pero hay algo más: durante años de nulo control urbanístico, muchos de ellos se apropiaron ilegalmente de zonas comunes, levantando paredes en los patios para hacer habitaciones, lo que ha dejado dentro de sus viviendas parte de la red pública del agua. En una de estas nuevas habitaciones construidas a modo de trastero en el interior de un patio vive una joven con sus dos hijos. Emasesa no puede actuar ahí, y no sólo porque está dentro de una casa particular -donde no le corresponde llegar-, sino también porque, al levantar esas paredes sin permiso alguno, muchos han aprisionado las canalizaciones: hay muros sobre los tubos, y otros cuartos levantados encima de los desagües.
Por eso, los vecinos decidieron negociar un arreglo con Emasesa, y en mayo se dirigieron por escrito a la empresa de aguas. "Hartos" de la situación, se comprometían a sufragar la parte que les correspondían de las obras de adecentamiento con tal de que se acometieran "de inmediato". Aunque, eso sí, ponían una condición: "siempre y cuando este pago pueda realizarse de forma prorroteada y sea incluido en el recibo del agua que emite Emsasesa", consta en la cabecera del documento enviado a Emasesa con las firmas de los 48 vecinos y con fecha 7 de mayo de 2008.
La propuesta vecinal para agilizar el inicio de las obras fue recogida por Emasesa, que, según relatan los vecinos, ahora les han comunicado "el pago de una cuota mensual de 20 euros durante cinco años por vecino", lo que supone un desembolso de 1.200 euros por inquilino, según ha asegurado Blanco. Algo que no les termina de convencer, pues consideran "excesiva" la cuantía que se les ha asignado. De esta manera, los vecinos aportarían 57.600 euros de los 88.769 euros que cuesta la obra en total, diferencia que abonaría la empresa de aguas.
Ayer Daniel Blanco, erigido como portavoz vecinal, denunció públicamente el caso en una rueda de prensa del Partido Popular. Los inquilinos han puesto el grito en el cielo al recibir la propuesta de Emasesa. Dicen que no pueden pagar dicho importe, pues argumentan que la mayoría no tiene recursos económicos suficientes para afrontar la cuota. "Tengo una pensión de 530 euros. Casi todos somos mayores y pensionistas. No podemos hacer frente a estos gastos extras", confesaba Daniel Blanco.
Reivindicación. Ahora dan un paso atrás en su propuesta para arreglar la red de saneamiento que tanto les afecta. Exigen que sea el propio Ayuntamiento el que, como propietario de las viviendas en las que viven en régimen de alquiler, corra con todos estos gastos: "Son propiedad del Ayuntamiento, deben pagarlos ellos. Para los desperfectos del bloque ya pagamos 31 euros al mes", sentenciaba el portavoz vecinal. Sin embargo, Emasesa aseguró ayer en un comunicado que las obras "están a la espera de llegar a un acuerdo con los vecinos". Explica que estos seis bloques presentan "deficiencias" en sus redes interiores de saneamiento que cruzan dos patios comunes y que en algunos casos han sido convertidos en habitaciones anexionadas a las viviendas por lo que el acceso a las redes es complicado al requerir romper muros interiores de las casas. Como consecuencia de las dificultades, Emasesa propuso un proyecto de nueva red individual de evacuación de aguas residuales por el exterior de cada uno de los bloques. La empresa solicitó en julio a Daniel Blanco que convocara a los vecinos para presentarles el proyecto y concretar las acciones
