Poco antes de que el agua llene el pantano de Melonares y de que concluyan las conducciones que la llevarán hasta Sevilla y su área metropolitana, ha salido a la luz el que puede ser el más importante asentamiento turdetano hallado hasta la fecha, además de termas de una villa romana y un edificio pseudobasilical.
Las excavaciones arqueológicas comenzaron en 2000 cuando la Consejería de Cultura encargó la prospección del lugar a un equipo de la Universidad de Sevilla, compuesto mayoritariamente por estudiantes, que señalaron los lugares donde había vestigios. En total inventariaron 19 dentro de la parte inundable del pantano y los cerros que la rodean.
Cuando en 2007 el equipo dirigido por Álvaro Fernández y coordinado por Vicente Aycart -ambos arqueólogos- se puso manos a la obra para localizar, identificar y excavar los hallazgos, fueron descubriendo algunos de los más significativos yacimientos arqueológicos encontrados hasta la fecha de la provincia de Sevilla.
En estos momentos ya han actuado en 13 puntos en los que, como asegura el coordinador, han encontrado "un poco de todo", y de todas las épocas. Desde lo que pudo ser una industria donde hacían herramientas de piedra en la era prehistórica -y que próximamente van a empezar a estudiar para averiguar de qué época son- hasta una mina del siglo XIX y principios del XX.
Sin embargo, la gran sorpresa se produjo cuando, analizando unas piezas de cerámica que en principio se creía que eran romanas, empezaron a dudar por su aspecto tosco y comprobaron que se trataba de restos turdetanos. "Pueden ser los más importantes asentamientos turdetanos hallados hasta ahora", en palabras del arqueólogo Vicente Aycart, que los fecha entre los siglos IV y III a.C.
La novedad no ha sido encontrar restos turdetanos, sino que se trate de dos asentamientos completos, poblados, desde la muralla a las estancias. Has- ta ahora sólo se habían hallado vestigios sueltos bajo asentamientos de épocas posteriores, la mayoría de las veces romanos.
El primero, Los Provinciales, cuenta con una planta con dependencias agropecuarias, silos, calles? "que está pendiente de confirmar, aunque ya se encuentra bajo el agua". Por tanto, tendrán que ser analizados los vestigios recogidos por los arqueólogos.
El segundo, más antiguo que el primero, podría ser un emplazamiento fortificado que actuaba como almacén de granos. También cuenta con unos hornos. En este yacimiento arqueológico, que recibe el nombre de El Cerro de las Niñas, han encontrado tramos discontinuos de muralla, con un empedrado importante y lo que pudo ser un silo o un torreón. "Son muros de piedra y debajo han aparecido muros de adobe que no sabemos si son turdetanos o anteriores incluso", afirma el coordinador.
Pasado . Tan importante como los asentamientos turdetanos son los restos romanos aparecidos en Melonares y que nos retrotraen 18 ó 20 siglos atrás, cientos de años en los que este entorno se ha dedicado, sin apenas cambios, a las explotaciones agropecuarias o mineras.
Entre éstos últimos cabe destacar un escorial con restos de haber procesado mineral, aunque no se ha encontrado el taller o el horno que lo trabajara. También se han hallado tres o cuatro, de distintos siglos, formados por instalaciones agropecuarias: la casa del colono que llevaba las fincas.
Pero todavía más interesantes son las termas romanas, fechadas entre los siglos I y II a. C. Puede que sean las primeras termas halladas en medio del campo, presumiblemente pertenecientes a una villa romana, de la que también han encontrado varias dependencias y hornos para cocer la cerámica.
Finalmente, otro de los asentamientos romanos hallados, ubicado a dos niveles de altura, ha sacado a la luz el último de los tesoros encontrados: un edificio de planta pseudobasilical que ocupa el nivel más bajo.
El coordinador cuenta como algo extraño que en todos los restos arqueológicos excavados y estudiados no se hallan encontrado ningún tipo de huesos humanos, que revele algo sobre los que fueron sus habitantes. Todavía quedan por excavar otros seis yacimientos arqueológicos, cuyos resultados "son pura lotería", según el experto, sobre todo si nos atenemos a que en los 13 estudiados hasta ahora ha aparecido de todo.
El grupo de arqueólogos está ahora a la espera de que Cultura les dé permiso para ponerse manos a la obra. De este modo, se pondrá en marcha de nuevo un grupo que por momentos ha estado formado por 10 arqueólogos y unos 18 operarios.
Muchos de estos restos arqueológicos quedarán inundados cuando el pantano eleve poco a poco su cota. "La mitad puede quedar bajo las aguas y otra parte quedará en los cerros, aunque las laderas también quedarán inundadas", exponen. Un reflejo de la historia de la provincia que recogerán los libros y, en parte, las vitrinas del Museo Arqueológico de Sevilla.
