El Ayuntamiento de Sevilla ha presentado ya a la Junta de Andalucía su proyecto de ampliación de la red de Metro de la capital andaluza, una propuesta que aboga por iniciar las obras en aquellos tramos de las líneas 2,3 y 4 que se conecten con el eje vertebral de la línea 1. De este modo, se daría atención preferente a barrios tan populosos como el Polígono de San Pablo, Bami, Heliópolis, Nervión, Triana, la Macarena y el Centro y se acortarían los plazos de puesta en marcha de tramos del suburbano, pues no habría que esperar para su apertura al público a la conclusión de las obras de la siguiente línea que se acometiese . Lo más sustancial del anuncio es que ha efectuado al máximo nivel institucional -en una entrevista mantenida por el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, y el presidente de la Junta, José Antonio Griñán- y que concreta ya seis tramos preferentes, cuya extensión (16,5 kilómetros) es casi tan grande como la de la propia línea 1. Ahora corresponde a los técnicos y políticos de la Consejería de Obras Públicas de la Junta el estudio del trazado propuesto y si conviene acometerlo del modo que solicita el Ayuntamiento o se apuesta por un crecimiento más convencional. En cualquier caso, lo que más debería de preocupar a los ciudadanos no es tanto el modo en el que se ejecutarán las futuras obras de la red como el hecho de que la puesta en marcha de las nuevas líneas pueda ralentizarse. El Consejo de Gobierno de la Junta adjudicó en su día los trabajos de redacción de los proyectos constructivos de las líneas 2,3 y 4 del Metro de Sevilla, pero es ahora cuando hay que reafirmar este compromiso. Y la mejor manera de expresarlo es con el cumplimiento de los plazos establecidos, que prevén el inicio de las licitaciones para este mismo año 2009, ya sean de una línea completa o bien de los tramos preferentes reclamados por el Ayuntamiento. Las propuestas están sobre la mesa de estudio. Ahora llega el momento de la toma de decisiones.