A.V. / O.G.
Desde su nuevo cargo de vicepresidente de la Diputación de Sevilla para el área metropolitana mira con optimismo el futuro del territorio y cree que las grandes infraestructuras están garantizadas pese a la crisis.
-Desde su nuevo cargo, ¿hace un diagnóstico tan negro como algunos de la Gran Sevilla?
-Veo el área metropolitana como cualquier ciudadano: un territorio con muchas posibilidades pero que todavía hay que ordenarlo y dotarlo de infraestructuras. Es una labor ardua y nadie tiene una vara mágica para hacerlo en un día. De aquí a unos años tendremos un área metropolitana mucho más habitable y soportable. Las deficiencias se están subsanando.
-También tiene este cometido en el partido...
-Habrá una reunión en breve donde me tocará coordinar a distintos delegados con las políticas que se quieren impulsar.
-Un año después de haberse hablado de autoridad única, seguimos sin novedad. ¿A usted le parece una buena propuesta?
-Cuando se habla de autoridad, todo el mundo de pone a mirar para otro lado porque esto genera recelos. Más que el nombre, que no creo que sea lo más acertado, tiene que haber un órgano que aglutine las distintas políticas. Pero sin quitarle protagonismo a los consistorios ni a las demás administraciones, debe ser un foro de participación. Estamos condenados a entendernos.
-¿Un consorcio, por ejemplo?
-No tengo ahora mismo la clave. Se trata de crear un área metropolitana, como ocurre en Barcelona o en Madrid. El Parlamento de Andalucía debe verlo en esta legislatura. Lo que no es lógico es que ahora para los mismos servicios haya empresas distintas, tarifas distintas... Los ciudadanos quieren sólo calidad. Se trata de que nadie pierda autonomía, pero sí hay que ceder. Y la batuta la tiene que coger el partido mayoritario.
-¿Qué tiene que decir la Diputación de Sevilla en el área metropolitana?
-La institución provincial debe actuar para aglutinar, lo hace muy bien en los pueblos, pero quizá en esa emancipación natural de los municipios más grandes tiene también que intervenir para coordinar las políticas de residuos, agua, comunicación, de vivienda, de áreas de oportunidad? Para todo eso nos tenemos que sentar todos delante en una mesa.
-¿Sufrirá el área metropolitana un retraso en sus infraestructuras por la crisis?
-Las grandes infraestructuras, como la SE-40, se están acometiendo después de ocho años. Luego está el Metro de Sevilla, los tranvías... Eso es una realidad. Hay que pelear para que eso continúe. Es decir, las grandes infraestructuras están garantizadas. Seguirán su ritmo, no el deseado siempre, pero van para adelante.
-¿Qué opinión le merece el estudio de Luis Recuenco criticando la mala redacción del Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (Potaus)?
-Le tumbaron el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Espartinas. No estoy de acuerdo con lo que dice, pero lo respeto.
-Usted pertenece a la comisión de redacción, ¿se cumplirán los nuevos plazos?
-Las prisas son malas. Estoy seguro de que a final de año saldrá una vez que se corrijan errores, que también está bien aprender de los errores.
-¿Entrarán más áreas de oportunidad?
-Cada uno presenta lo que cree para su municipio, pero luego hay que coordinarlo todo. La autonomía local es respetable, pero hay que compartir con otros, no se puede decir de aquí no salgo y esto es para mí. El objetivo es contentar no al político, sino al ciudadano con una respuesta coherente, sostenible y que sea de futuro. Es verdad que el ego de cada uno se puede sentir dañado, pero...
-El desdoble de la N-IV ¿va al ritmo deseado? En los Presupuestos Generales del Estado (PGE) se prevé muy poco dinero para 2009...
-Se licitará a final de año y para eso hay dinero ya. Luego hay que tener en cuenta que estas obras se pagan en distintas anualidades, ya llegarán las partidas más gordas.
