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Las asociaciones vecinales se rebelan ante el cierre del Centro

IU se desmarca del proyecto del PSOE y advierte de que aún hay que negociarlo.

el 23 feb 2010 / 21:04 h.

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El Gobierno local incidió ayer en que las puertas están abiertas para introducir medidas complementarias en el proyecto de restricción al tráfico del Casco histórico siempre que éstas no alteren la línea básica de trabajo: limitar el acceso de coches al núcleo urbano. Ayer, mientras se retomaban los contactos con la asociación de hoteleros - a la que ya se esbozaron hace meses su participación en el nuevo modelo de movilidad- que tendrán una participación activa en el nuevo modelo; una quincena de asociaciones vecinales se reunían para expresar un rechazo conjunto a la propuesta del Ayuntamiento y especialmente a la división del casco histórico en cuatro sectores. El socio de gobierno, IU, por su parte, expresaba sus dudas al desarrollo de un modelo de Centro peatonal ya planteado en el PGOU y en la ordenanza de peatones y ciclistas en el que se han introducido novedades como la flexibilidad de 45 minutos para los vehículos de no residentes o autorizar el uso de los aparcamientos rotatorios del núcleo histórico de la ciudad.

Una quincena de asociaciones de vecinos acudieron al centro cívico de las Sirenas, en la Alameda, para conformar un frente común contra el plan diseñado por la Delegación de Movilidad. De esta cita, aplazada ayer por la ausencia de una decena de entidades, salió un manifiesto que pide expresamente la paralización de todo el proyecto y de la implantación de las cámaras de control del tráfico mientras no se consensúe esta medida con los residentes en el Centro. La resolución, que tilda de "unilateral" la propuesta, expresa un rotundo rechazo a la división del Centro en cuatro sectores que no podrán traspasar los residentes. Las entidades se dan de plazo hasta el 10 de marzo para lograr un acuerdo antes de iniciar movilizaciones o medidas judiciales.

Sí ha habido ya conversaciones con la asociación de hoteleros, que ayer se reunió con el delegado de Movilidad, Francisco Fernández, para analizar los detalles de un plan de restricciones que ahora deben trasladar al medio centenar de establecimientos hoteleros que existe en el casco histórico. Los hoteles, como ya se le anunció hace meses, tendrán acceso directo al sistema, y podrán autorizar a los clientes que lleguen en vehículos privados, de forma que mientras estén alojados en el establecimiento sean considerados residentes. Los hoteles no expresaron un rechazo rotundo a la medida, que estudiarán a partir de ahora.

Pero estas negociaciones han arrancado sin que aún haya un acuerdo en el seno del Gobierno. PSOE e IU comparten la filosofía de las restricciones al tráfico en el Centro, aunque en el desarrollo se han introducido nuevas medidas como los 45 minutos. "Compartimos la necesidad de una restricción a los no residentes, pero debe haber una discusión de propuestas que aún no se han hablado. Las multas o los 45 minutos aún no se han consensuado, al igual que la aplicación concreta de la ordenanza", apuntó el primer teniente de alcalde, Antonio Rodrigo Torrijos, quien diferenció las cámaras que se van a instalar en los accesos de las propuestas por los comerciantes para controlar el Centro: "Son cámaras para vehículos, no para personas. En el debate entre seguridad y libertad, optamos por libertad, pero en este caso, no es lo mismo siempre que se preserve la intimidad y la privacidad".

El alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, admitió ayer que aún hay que hablar con IU, aunque defendió que la Movilidad está entre sus competencias. Abrió las puertas a cambios, si lo exigen los servicios jurídicos o las conversaciones siempre que no se modifique "el modelo de ciudad".

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