Economía

Las autoescuelas perdieron un 80% de alumnos desde que comenzó la crisis

Antes de que la situación económica empeorase se examinaban al día unas 400 personas en Sevilla, ahora son «40, 50 o 60 como mucho», según constatan los profesionales.

el 15 sep 2014 / 12:00 h.

TAGS:

J.M. Paisano J.M. Paisano La crisis y la nueva legislación estatal han frenado de golpe el negocio de las autoescuelas. Las grandes empresas han desaparecido del mapa y ahora las pequeñas y medianas escuelas de circulación buscan fórmulas para sobrevivir ante una guerra de precios que les asfixia. En la provincia de Sevilla los alumnos han caído un 80 por ciento desde que comenzó la crisis y la calidad del servicio, en muchos casos, quedó en un segundo plano. El desmantelamiento de las grandes compañías y el aumento del número de profesores provocó la apertura de micro autoescuelas como salida a la crisis, con lo que la tarta se dividió más y cayeron los precios. Así lo explica Miguel Ángel Campos, secretario general de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Sevilla y propietario del centro de formación vial Taxana, en Tocina y Alcolea del Río y, además, de la primera autoescuela para chinos de Sevilla. Asegura que «la crisis tocó todos los palos del mercado». «Las personas cambiaron de prioridades y el carné es una herramienta de primera necesidad sólo cuando hay trabajo. Ahora lo tienen únicamente los que trabajan, que son pocos, o los estudiantes que no tienen otro medio de locomoción a su alcance», argumentó a este periódico. Campos indicó que los permisos para conducir camiones, autobuses, ambulancias o taxis, los carnés profesionales, bajaron entre un 80 y un 90 por ciento y que el B, que antes se sacaba nada más cumplir los 18 años, también bajó alrededor del 80 por ciento. «Eso es lo que demuestran los datos de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Sevilla según los exámenes que se hacen. Cayó el número de alumnos y los exámenes y carnés que se expiden alrededor del 80 por ciento», sentenció. Según sus datos, antes de la crisis se examinaban 400 personas al día y ahora «40, 50 o 60 como mucho». «La crisis propició –añade– que las grandes empresas cerrasen o presentasen suspensión de pagos, así que los muchos profesores que se vieron en la calle abrieron autoescuelas pequeñas que han proliferado. Esto hizo caer los precios. Hay una guerra insostenible que conllevó una pérdida de calidad. Se dispersó el sector», lamenta. «Se crearon más de 200 pequeñas autoescuelas en los últimos dos años y en Sevilla pueden existir más de 500», apunta Campos, para quien la Ley Ómnibus les perjudicó «mucho porque bajaron las exigencias para abrir una autoescuela». El empresario cree que las autoescuelas deben pensar seriamente en apostar por las fusiones porque la dispersión debilita al sector. «La solución es la unión», concluye. A su juicio, las grandes empresas del sector, como Leonesa, Luna o Heliópolis, sufrieron tanto la crisis porque tenían más gastos. En el caso de Leonesa, fundada hace cincuenta años en Sevilla por José Luis Laguillo, un juzgado declaró el concurso de acreedores a principios de este año. Llegó a contar con 19 escuelas en Sevilla. Ahora tiene tres. Sobre los precios, Campos asegura que ahora todo tiene que salir del precio de las clases prácticas porque ya no hay matrícula ni se cobra por las teóricas, así que una clase puede costar entre 20 y 21 euros, como mínimo. «Antes de pasar al coche necesitas dar las clases teóricas en un local con aire acondicionado, secretaria, material… Hay muchos gastos a cubrir», defiende. En cuanto al número de examinadores, recuerda que antes de empezar la crisis las autoescuelas de Sevilla casi se ponen en huelga porque había muy pocos, alrededor de 20, lo que provocaba un tapón a la hora de programar exámenes. «Ahora Tráfico tiene entre 50 y 52 examinadores y sobran porque no hay trabajo para todos», explica. «Aprendimos 200 palabras en chino y es la autoescuela que mejor va» «La imaginación al poder». Es la receta de Miguel Ángel Campos, secretario general de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Sevilla y propietario del centro de formación vial Taxana, en Tocina y Alcolea del Río, y de la primera autoescuela para chinos en la capital andaluza, para sortear la crisis. «Se me ocurrió tomando una cerveza porque mi compañera me dijo que lo asiático iba a dominar el mundo, así que ¿por qué no abrir una autoescuela para chinos en Sevilla?». Es la primera en la ciudad y, según Campos, funciona muy bien. Con una traductora y dos profesores, él y su hermano, pusieron en marcha este negocio en un punto de la ciudad clave: la avenida Marqués de Pickman, donde ya proliferan los negocios de propietarios asiáticos. «Nos hemos aprendido 200 palabras en chino como izquierda, derecha, estacionar, girar… y en las clases teóricas tenemos una traductora. Es la que mejor funciona de las autoescuelas que tengo y, eso sí, de la puerta para dentro es un mundo chino». Es decir, que Campos abre sábados y domingos, el 31 de diciembre y todos los días que sean necesarios. El horario, igual. «Cierro cuando se va el último cliente».

  • 1