Trasladar a un fallecido desde otra comunidad puede ser un calvario. Si el féretro viaja de Murcia a Almería habrá de completar tantos formularios como si se trasladara desde Londres. Es el peaje de que España se haya convertido en un Estado de las Autonomías. La Junta apuesta por "explorar" los convenios y pactos entre comunidades.
Las últimas reformas estatutarias han dejado en manos de las comunidades un buen número de competencias exclusivas. Andalucía con su nuevo Estatuto ha llegado al máximo techo de competencias. Lo mismo que Cataluña, la Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares o Castilla y León. Todas están desplegando normativamente sus nuevos estatutos y cada una podría legislar a su aire. El Estado tiene poco que decir y eso engendra dificultades que en ocasiones se traducen en trabas burocráticas para los ciudadanos. Por ejemplo, que el féretro homologado por una comunidad varíe en centímetros con el que reglamentariamente se debe usar en otra.
Las seis comunidades mencionadas han comenzado a "explorar" un nuevo camino de cooperación. Un sendero virgen que genera muchas dudas. Han tenido dos reuniones y celebrarán una tercera en febrero. Un grupo trabaja para homologar temas sanitarios como la manipulación de alimentos o los tatuajes. También para aprobar licencias de caza y pesca que sirvan en varias regiones.
Es un primer ensayo en un país en el que en 30 años de Constitución se han suscrito más de 10.000 convenios entre el Estado y las comunidades y sólo una treintena entre regiones. Reunirse sin papá Estado a la mesa era complicado. Y lo peor, estaba mal visto. Aún en cada reunión entre autonomías siempre se escucha a algún político dejando claro que no son "un frente común contra nadie" y apelando a la "lealtad" con el Estado. Estas reuniones han despertado recelos en otras comunidades que no han reformado sus estatutos, como Extremadura. Precisamente, su presidente, Guillermo Fernández Vara, y su antecesor, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, son de los que más exigen fomentar la coordinación autonómica.
Sin foro. Aún no existe ningún órgano que reúna a todas las comunidades al margen del Gobierno, confirma el Ministerio de Administraciones Públicas. Hay Conferencias Sectoriales, presididas por los Ministerios, donde se sientan todas las autonomías. Existen 32 Conferencias, aunque sólo 25 con actividad regular. Celebran entre 60 y 75 reuniones cada año. Otro órgano multilateral más joven, que nació en 2004 y se ha convocado tres veces, es la Conferencia de Presidentes. Aunque se discutió, el Estado desechó que los presidentes autonómicos la convocaran al margen del Gobierno de la Nación.
Pese a estos foros, abrir un supermercado está sujeto a condiciones y trámites muy diferentes en Sevilla o Valencia. El alimento que obtenga el visto bueno de Sanidad tras una inspección en Andalucía puede que no lo logre en Baleares. Y al ciudadano no le cuesta lo mismo pasar la ITV en Granada que en Salamanca. Hasta el ministro Bernat Soria exigió hace pocos días a las comunidades un "mayor esfuerzo de coordinación" tras conocerse que la sanidad pública española ha descendido en el ránking de calidad de la UE.
Los expertos creen que en España ha llegado la hora de la "cooperación horizontal". El profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Córdoba, Miguel Agudo, señala que en el Estado autonómico "faltan por hacer más convenios bilaterales o multilaterales entre comunidades para solucionar y coordinar normas y criterios dispares que pueden dificultar la vida diaria". La Constitución pone los límites. Por un lado deja claro que "ninguna autonomía podrá adoptar medidas que obstaculicen la libertad de circulación y establecimiento de las personas y la libre circulación de bienes en todo el territorio español". Por otro, abre la puerta a que las comunidades firmen convenios, con autorización de las Cortes.
En ese sentido, apunta Agudo, "la Constitución se queda corta". Basta con echar un vistazo al Estatuto andaluz, que da vía libre a que Andalucía firme convenios con otras comunidades bajo el control del Parlamento, que "determinará el alcance, la forma y el contenido de los acuerdos". Después, informará a las Cortes. Hasta ahora esta fórmula no se ha utilizado.
El Gobierno andaluz apuesta por aumentar la coordinación y reducir los problemas administrativos entre autonomías, asegura su portavoz Enrique Cervera. Pero sin invadir el autogobierno. "Si una comunidad prefiere pagar más a sus profesores que hacer embajadas en el exterior, eso entra dentro del margen de cada comunidad", apostilla. "Nunca ha habido más burocracia que en un Estado centralista, cuando cada papel tenía que pasar por Madrid", subraya Cervera, "los servicios funcionan ahora mejor".