Una familia con dos hijos y una renta anual por debajo del índice de la pobreza (menos de 7.000 euros al año) podrá solicitar dentro de 15 días una beca salario para que su hijo no abandone los estudios tras la ESO y pueda hacer Bachillerato o FP. Educación aprobó ayer estas ayudas, que entregará por partidas de 600 euros al mes a partir de septiembre.
La Consejería de Educación ha aprobado el decreto que regula las famosas becas salario, una propuesta que presentó el PSOE-A en las pasadas elecciones para luchar contra el abandono escolar temprano. Estas ayudas serán las más cuantiosas del sistema escolar: 6.000 euros al año por alumno, y la Junta las gestionará en forma de salario mensual, de manera que el estudiante recibiría 600 euros al mes durante los 10 meses de curso.
La elevada cuantía de estas becas ha hecho que la consejería defina casi con bisturí el perfil de las familias que podrán beneficiarse de ellas. Para solicitarlas, el umbral de renta que se exige es de los más bajos que existen, por debajo incluso del umbral de la pobreza. Un matrimonio con dos hijos tendría que ingresar menos de 7.000 euros al año para poder acogerse a estas ayudas para el estudio.
Este tope marca el borde de la pobreza severa, según el VI Informe Foessa (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada) sobre Exclusión y Desarrollo Social en España 2008.
Estar en esas cotas tan bajas de renta significa que las familias beneficiarias de estas ayudas lo son ya de las becas compensatorias. La compensatoria -con un tope de 2.600 euros al año- sirve también para ayudar a los alumnos más pobres (aunque el umbral de renta exigible es el doble). Por eso no podrán compaginarse, pero si el alumno perdiera la beca salario, Educación le devolvería la compensatoria para equilibrar.
La Junta pretende que un estudiante que ha terminado la ESO con todo aprobado no abandone los estudios para ponerse a trabajar de peón o camarero porque sus padres no puedan pagarle el Bachillerato o la FP. En un momento de recesión destaca que la Junta haya subido mucho el listón a las familias para poder disfrutar de unas becas tan holgadas, que supondrán un desembolso inicial de 30 millones.
La consejera de Educación, Mar Moreno, estimó ayer que hay un 5% de alumnos de Bachillerato que ahora reúne las condiciones económicas para beneficiarse de las becas salario, entre 5.000 y 6.000 estudiantes. Pero Moreno añadió que si al final la demanda sobrepasaba las previsiones presupuestarias, estarán "obligados" a ampliar el gasto, "porque eso significará que las familias quieren que sus hijos sigan estudiando tras la ESO, y para nosotros habrá sido un éxito". Las becas salario fueron la estrella del programa socialista. Antes de la crisis, se anunció un gasto de 525 millones en 4 años para beneficiar a 55.000 alumnos.
fracaso. Andalucía tiene un índice de abandono tras la ESO del 37%, superior a la media europea y española. Los últimos datos del informe Pisa reflejan que la mayor parte de estudiantes que engrosa ese porcentaje arrastra malos resultados académicos, o sea que hay una relación directa entre el bajo rendimiento en clase y el abandono. Aunque Educación ayer quiso explicar que los adolescentes no abandonan tras la ESO por su fracaso escolar, sino por incorporarse pronto al mercado laboral, y porque muchas familias no pueden pagar los estudios.
La beca dependerá del esfuerzo del estudiante. Si aprueba, cobra. Si suspende una materia, se le congela la beca hasta que la recupere. Si tropieza en un examen puede estar tres meses (el curso se divide en trimestres) sin recibir los 600 euros, y cuando recupere le devolverán el dinero íntegro. Si no logra aprobrar, perdería la ayuda. Otro requisito es la asistencia: si falta el 15% de las horas lectivas sin justificar, le quitarán la beca.
