Las cajas de ahorros han comenzado a buscar la mejor pareja para el actual baile de fusiones en el que participan y que culminará con el diseño de un nuevo mapa financiero. Dos grandes operaciones hay en el escenario, pero se esperan muchas más. Las dos operaciones actuales se están acometiendo en clave regional.
El pistoletazo de inicio del baile se produjo el pasado 26 de junio con la aprobación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que tiene como uno de sus principales objetivos favorecer la unión de entidades financieras Así, desde que el Ejecutivo diese luz verde al FROB, las cajas han anunciado dos procesos de fusión formal: los de Caixa Sabadell, Terrasa y Manlleu, y los de Unicaja, Cajasur y Caja de Jaén.
No obstante, hasta la fecha, ninguna de las cajas involucradas en estos proyectos ha pedido oficialmente la ayuda del FROB, aunque sí del Fondo de Garantía de Depósitos de Cajas de Ahorros (FGD). Es el caso de la fusión que harán efectiva Unicaja y Cajasur, que han solicitado casi mil millones de euros entre avales y participaciones preferentes.
El pasado julio, el Banco de España aprobó el plan de actuación presentado por estas dos cajas andaluzas para afrontar su proceso de integración, por cumplir "los criterios de solidez y racionalidad" exigidos, al tiempo que el Fondo de Garantía de Depósitos de Cajas también decidió otorgar su respaldo financiero.
Unicaja tiene en marcha otro proyecto de fusión con Caja de Jaén, que no prevé apoyo financiero externo. Si culminan ambos procesos, la entidad resultante de unir estas tres andaluzas será la sexta caja española por volumen de activos y la quinta por depósitos.
El consejo de administración de Unicaja ya ratificó el protocolo de intenciones de fusión con Cajasur, aunque la concreción de esta fusión queda condicionada a la adaptación de la Ley de Cajas de Ahorros de Andalucía y a las autorizaciones administrativas.
Otro de los proyectos de fusión en marcha es el de las entidades catalanas, Caixa Sabadell, Terrasa y Manlleu, que pueden convertirse en las primeras que soliciten ayuda al FROB, concretamente 350 millones para financiar los gastos del proceso de unión, según aseguran fuentes del sector.
Los consejos de administración de las tres entidades ya han dado su luz verde al proyecto que, una vez culminado, dará lugar a la tercera de Cataluña, por detrás de La Caixa y Caixa Catalunya.
La fusión conllevará el cierre de unas 150 oficinas y una reducción de la plantilla de alrededor de 350 personas.
El director de Caixa Terrassa, Enric Mata, aseguró además que una cuarta caja catalana podría unirse en septiembre al proyecto de fusión, ya que, según reconoció, algunas entidades se han interesado por conocer el proyecto de integración.
No obstante, indicó que Caixa Manresa, que en un principio participó en las negociaciones, ha quedado definitivamente descolgada del proceso.
En este escenario de reestructuración financiera, tan esperado por el Banco de España, también se conocen otros movimientos que han llevado a cabo Caja Duero y Caja España, dos castellanoleonesas que celebraron el pasado mayo sendos consejos extraordinarios en los que acordaron abrir un proceso "conjunto y coordinado".
En esta unión también podría entrar Caja Burgos, aunque se barajan otras opciones como Caja de Ávila y Caja Segovia.
La última entidad en reconocer abiertamente su interés por participar en este baile de fusiones ha sido Caja Madrid, segunda caja española, que podría estar estudiando las posibilidades de unión con la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y Caixa Galicia.
No obstante, ni entidad gallega ni la valenciana han admitido contactos oficiales, aunque mientras que la primera dice un no tajante a Caja Madrid, la segunda estudiaría la operación.
Y en Andalucía, además, Cajasol sopesa operaciones con Caja de Bajadoz y Caja de Extremadura, a las que se podría sumar Caja de Guadalajara.
Estos movimientos son los que ha habido hasta ahora, aunque previsiblemente se producirán muchos más en los próximos meses.