La contribución de las cajas de ahorro al crecimiento del PIB regional anual se sitúa en 0,78 puntos porcentuales frente al 0,67 del sector bancario, según recoge la publicación Cuadernos Cajasol editado por el Servicio de Estudios de la entidad.
En el estudio del profesor Santiago Carbó, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Granada y decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, se analiza la relevancia que el sistema financiero tiene para el crecimiento económico del país. Así, arroja que las cajas de ahorro han aumentado sus oficinas un 111,7% entre 1986 y 2007, mientras que los bancos las han reducido en un 8,6% y las cooperativas las han incrementado en un 69,8%.
Con esta transformación, la cobertura poblacional de las cajas ha pasado en ese período de 0,29 a 0,53 oficinas por cada 1.000 habitantes, mientras que en los bancos ha sido a la baja (0,43 a 0,34) y en el caso de las cooperativas algo más modesto (0,07 a 0,11).
La actividad crediticia es el principal vehículo por el que el sistema financiero incide sobre el crecimiento y la inversión regionales, constata.