Las cajas de ahorros que operan en España vieron caer su beneficio neto consolidado un 25,1%, hasta los 2.899,5 millones de euros en el primer semestre del año, debido a que destinaron unos 5.000 millones de euros al colchón de las provisiones.
Así lo reseñó ayer el director general de la CECA, José Antonio Olavarrieta, junto al presidente Isidro Fainé, quien aseguró que todas las entidades han obtenido beneficios a cierre de junio, situación que se repetirá a cierre del año, aunque en un mercado con bajos tipos de interés, los márgenes se reduzcan.
No obstante, los resultados correspondientes al primer semestre no incluyen a Caja Castilla-La Mancha (CCM) ni a Cajasur, ambas adscritas al Fondo de Garantía de Depósitos de las cajas, tras ser intervenidas por el Banco de España. La manchega registró unas pérdidas de 203 millones, frente a los 116 millones de números rojos de la cordobesa en el primer trimestre del ejercicio.
La morosidad de las cajas se encontraba a final de junio en el 5,29%, ligeramente por encima del nivel que tenía un año antes (5,18%), lo que muestra la desaceleración de los impagos, explicó Olavarrieta, que añadió que la cobertura para insolvencias se encuentra en el 59,3%, el nivel más alto de los últimos 18 meses.
Olavarrieta destacó la evolución de los resultados en un entorno de fuerte crisis, así como el esfuerzo de las cajas por contener la morosidad y realizar mayores provisiones para hacer frente a las insolvencias.
Sin embargo, la mala situación que atraviesa la economía se dejó notar de nuevo en cuanto a la captación de depósitos, que cayeron el 3,9%, para situarse en 767.143 millones, y también en la concesión de créditos, que ascendieron a 929.289 millones, el 0,6% menos.
En cuanto a los principales márgenes de la cuenta de resultados, el de intereses -aquel que resulta del negocio típico bancario de captar y prestar dinero- refleja una fuerte caída del 25% entre los intereses obtenidos y los pagados, consecuencia de la comparación con el mismo periodo de 2009, cuando los tipos de interés estaban empezando a ajustarse, y se elevó a 7.921,5 millones.
El margen bruto descendió un 14,8% y se colocó en 14.833 millones, mientras que el resultado de la actividad de explotación descendió un 31,7%, hasta contabilizar 3.059 millones.
Los gastos de personal no reflejan aún "las eficiencias que son resultado de la reestructuración del sector", aunque los generales sí caen, el 2,5%, también por efecto del cierre de oficinas, que fue de 783 en 2009 y de 306 en lo que llevamos de ejercicio, según Olavarrieta.
Asimismo, las dotaciones a provisiones crecieron el 38% entre enero y junio, en tanto que las pérdidas por deterioro de activos se redujeron el 21,6%, apartado éste que incluye las provisiones destinadas a cubrir los impagos crediticios.
En conjunto, las provisiones totales realizadas entre enero y junio por las 41 cajas de ahorros sumaron casi 5.000 millones de euros (4.962 millones), de los que 189,4 millones fueron provisiones netas; otros 4.225 millones fueron pérdidas por deterioro de activos y otros 548 millones se encuadraron en el apartado de pérdidas por deterioro de otros activos.
El presidente de la CECA también resaltó la importancia de la obra social de estas entidades, que se mantendrá tras la reforma de la ley de cajas. "Es algo diferencial nuestro, y por eso hemos hecho una ley que permita estar en el mercado de capitales y mantener esta actividad", subrayó Fainé.
Botín alerta de que la tasa bancaria lastrará la recuperación
El presidente del Grupo Santander, Emilio Botín, aseguró ayer que aplicar un impuesto al sector financiero no es la medida adecuada para evitar que el contribuyente asuma los costes de la crisis, algo que calificó de inadmisible, y explicó que la tasa obstaculizaría la recuperación. Coincidió con él el presidente de la CECA, Isidro Fainé, que consideró que no corrige ni resuelve los problemas de capitalización ni sus causas.
En la III Conferencia Internacional de Banca, Botín aseguró que "no hay economía sana sin banca sana", por lo que el sector privado y en concreto la banca tienen que tener "un papel clave" en el incipiente proceso de recuperación.
La "decidida" actuación de gobiernos y autoridades monetarias hace dos años hizo frente a la crisis y evitó el desastre, ya que se tomaron importantes medidas que permitieron que ahora tengamos "una economía en recuperación, una banca incluso más solvente que antes de la crisis y un marco regulatorio y supervisor en proceso de ser reforzado", dijo.
Ahora, el reto es consolidar un crecimiento sostenido, apoyado en un sistema financiero sólido, solvente y eficiente, dijo Botín, que explicó que, por eso, el debate no debe centrarse en gravar a la banca con una tasa especial, sino en tomar las medidas que permitan que el sistema financiero funcione y se reduzca la probabilidad de que haya nuevas crisis.
Consideró fundamental que no se penalice "la función esencial de la banca", es decir, la intermediación financiera, así como separar la banca comercial de la de inversión y que se devuelvan "todas las ayudas públicas". También es necesario que se creen mecanismos para evaluar los riesgos sistémicos en que incurren las entidades y permitir "una salida ordenada" o incluso la venta de las que no puedan superar una crisis.
En el marco internacional, las entidades que han recibido ayudas deben devolverlas, insistió Botín, que pidió que se establezcan Fondos de Garantía de Depósitos, como en España, con capacidad de intervención.