Las reticencias de las cajas de ahorros a participar en posibles movimientos como integraciones o alianzas estratégicas con otras entidades del sector van disminuyendo. Así, dos de cada diez cajas españolas se muestran dispuestas a analizar las posibilidades para acometer una fusión, lo que demuestra que a corto plazo pueden empezar a conocerse algunos de los pasos que se están dando para la necesaria reestructuración del sistema bancario.
Según fuentes financieras consultadas por Efe, cerca de una quincena de cajas de las 45 que componen el sector se ha manifestado a favor de las fusiones entre entidades, lo que provocaría la reestructuración que reclama tanto el Banco de España como el propio Gobierno.
Otra parte ha declarado estar dispuestas a llevar a cabo procesos de integración diferentes a las fusiones o alianzas estratégicas que les permitan afrontar la actual coyuntura, aunque en privado parece que ninguna rechaza de manera rotunda fusionarse, siempre que responda a criterios "empresariales" y no vengan impuestos por razonamientos políticos.
Fuentes del sector reconocen que durante años se ha hablado de que en España había que adaptar la Ley de Cajas y reducir aún más el peso político en estas instituciones para mejorar su operativa en los nuevos tiempos y facilitar que la norma no impida fusiones "interregionales".
La primera fusión que podría llevarse a cabo es la de las entidades de Castilla y León Caja Duero y Caja España que, de materializarse, crearía la séptima caja de ahorros española por activos y la quinta por volumen de negocio. El pasado 20 de mayo, ambos consejos de administración acordaron abrir un proceso "coordinado y conjunto" que concluya en la combinación de "estructuras, negocios y actividades".
Si esta fusión se efectúa, sería la primera de esta comunidad y la única durante la crisis, después del intento fallido entre Unicaja y Caja Castilla La-Mancha, antes de ser esta última intervenida por el Banco de España. Ahora, los mercados permanecen atentos a una posible unión entre Unicaja y Cajasur.
Además, en mayo, Cajamurcia confirmó que Cajasur se había puesto en contacto con ella para una posible fusión. En este sentido, el presidente de Unicaja, Braulio Medel, ha reiterado la apuesta por un proceso de concentración entre cajas andaluzas tan amplio como sea posible, por lo que se mantiene "abierto" a hablar "con cualquier entidad andaluza".
Las catalanas también se encuentran en el punto de mira por posibles fusiones, e incluso el presidente catalán, José Montilla, preveía en el último mes uniones.
En cualquier caso, en los próximos meses el sector se reducirá, ya que, como ha declarado esta semana el propio José Luis Rodríguez Zapatero, hay algunas cajas "en problemas" a las que el Ejecutivo "invitará" a participar en fusiones.
