Zoido prometió en septiembre reforzar la seguridad del cementerio tras la oleada de robos en lápidas y nichos. La primera medida se ha hecho visible hace unas semanas con la colocación de hasta seis cámaras de seguridad dentro del camposanto. Para ello ha contratado los servicios de una empresa privada, GSI Control, a quien ha encargado su instalación.
Las cámaras, lejos de estar en las habituales zonas de entrada de los ladrones de cobre, se concentran todas en la entrada principal del cementerio, justamente donde se localizan las oficinas y demás departamentos administrativos del recinto funerario.
Los trabajadores del camposanto critican la ubicación al considerar que no va a frenar las continuas sustracciones de metal en las lápidas, pues, como apuntan, "en su mayoría se producen por la zona del muerte que da al asentamiento chabolista del Vacie o por el sector próximo al polígono de San Jerónimo". Dos puntos en los que curiosamente no hay ni una cámara.
De momento están realizando grabaciones de prueba, aunque un fallo eléctrico impide desde hace unos días que funcionen con total normalidad. Todo apunta a que la citada empresa GSI Control se encargará del seguimiento de estas imágenes y velará por la seguridad nocturna del cementerio. La contratación de servicios a una entidad externa ha hecho saltar las alarmas entre la plantilla de empleados públicos del cementerio, que no han tardado en mostrar su preocupación por los puestos de trabajo que puedan verse afectados.
En concreto, los trabajadores temen que se elimine el turno de noche en la portería después de 160 años de historia en el cementerio de San Fernando. La hipótesis ha sido confirmada por la sección sindical de CCOO en el Ayuntamiento, quien ha asegurado que con las cámaras y los servicios de GSI Control, el Gobierno de Zoido quiere prescindir de los dos porteros-vigilantes durante las noches, dejando el recinto a merced desprotegido a merced de vándalos y ladrones.
Los representantes sindicales dudan de la eficacia de las cámaras, y lamentan esta nueva situación que se perfila para un camposanto sevillano que necesita "más personal para ofrecer todos los servicios funerarios de una manera digna". En este sentido, recuerdan la "insustituible" labor de los porteros-vigilantes por la noche para el buen mantenimiento tanto de la zona de oficinas como de las calles del cementerio "a la hora de producirse cualquier incidente inesperado". Además recuerdan que su eliminación afectaría al servicio de las 21 cámaras frigoríficas del recinto para situaciones excepcionales. "Son necesarios [por los porteros-vigilantes] durante la noche, pues en caso de producirse una catástrofe o bien si hay que recibir un cadáver de madrugada, ¿quién se encargaría de ello?". A CCOO no le convence la explicación que se da a este tema desde el Ayuntamiento, para quien esas cámaras frigoríficas han quedado en desuso por los tanatorios que incluyen las funerarias.
CCOO recuerda además que para aplicar "este recorte" de servicios, primero tiene que aprobar la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) y el calendario laboral, sobre el que, señala, "no se ha llegado a un acuerdo en las negociaciones previas".
