Caracolas en los Jardines de San Telmo. / El Correo
Unir el casco histórico a través de un gran parque central, al estilo del Central Park de Nueva York o el Hyde Park de Londres en 2014.Esta era una de las principales promesas electorales con las que el actual alcalde, Juan Ignacio Zoido, concurría a las pasadas elecciones municipales. El proyecto se denominaba El corazón de Sevilla: María Luisa 2014 y pretendía crear un gran pulmón verde, recuperando el estado original de las zonas verdes heredadas de 1929, con peatonalizaciones y la eliminación de las antiguas caracolas de Derecho. Incluso había una propuesta para que Soledad Becerril dirigiera esta nueva empresa.Pero ni la ahora Defensora del Pueblo volvió a Sevilla, ni se han recuperado e integrado los jardines del Prado, de Murillo, del Cristina y los de San Telmo, como pretendía el regidor.
Las iniciativas encaminadas a devolver el esplendor del legado arquitectónico y paisajístico de la Exposición Iberoamericana de 1929 no han tenido demasiada suerte. Se había anunciado un proyecto para crear un museo dedicado a Aníbal González y su obra en el Pabellón Real delParque de María Luisa, una idea que pocos quieren recordar tras dedicar elConsistorio este edificio a la colección Bellver.
También se constituyó un centro de interpretación enfocado a la muestra internacional de 1929 en elCosturero de la Reina, ahora convertido en oficina municipal y sin un futuro claro a medio plazo.
Poco a poco, la grandilocuencia del ambicioso sueño verde de Zoido se ha ido limitando a intervenciones de rehabilitación en el Parque de María Luisa, pese a que su proyecto planteaba recuperar los pabellones de la Exposición del 29 el Pabellón Real aún espera una prometida intervención, fundiendo esta Sevilla de los años 20 con las zonas verdes que la rodean.
La última que ha recordado al alcalde su incumplimiento ha sido la Asociación para la Defensa delPatrimonio Histórico (Adepa). Ayer enviaba una misiva al Consistorio en la que le lanzaba un ultimátum. O elimina antes de un mes los edificios prefabricados que ocupan los jardines de San Telmo desde hace más de 20 años conocidos popularmente como las caracolas de Derecho , o llevará algobierno local a los tribunales acusándole de incumplir su obligación de custodiar y conservar estos jardines históricos, tal y como dicta la Ley Andaluza de Patrimonio.
La entidad recordó que este recinto verde, situado en la parte trasera del Lope de Vega y elCasino de la Exposición, está considerado un jardín histórico, pese a que permanece «ocupado» por estas estructuras efímeras, «que se han arraigado tras dos décadas» debido a «la desidia en su retirada».
Estas construcciones prefabricadas, cuyo impacto visual critica Adepa, se instalaron en estos jardines con carácter temporal, ante la masificación de la Facultad de Derecho. Tras solucionar la Hispalense sus problemas de espacio, la administración local mantuvo allí las caracolas, cediéndolas para distintos usos. El último, gestionado por este Ayuntamiento, fue su habilitación como centro de ensayo para las bandas procesionales, a pesar de que El corazón de Sevilla contemplaba su demolición.
Zoido en la presentación del proyecto antes de las últimas municipales. / El Correo
La asociación asegura que el Ayuntamiento está cometiendo «negligencia culpable por dejadez y pasividad», violando el artículo 19 de la citada norma, referido a la conservación, y le recuerda la experiencia en otros procesos ciudadanos como el de la Biblioteca delPrado.
Por su parte, el presidente del Consejo de Bandas Procesionales, Julio Vera, aseguró que siguen ensayando en estas caracolas y que, por el momento, al menos durante 2014, seguirán allí. «El Consistorio tiene previsto eliminar esos edificios, porque está en su programa, pero en los presupuestos de 2014 no hay partidas para ello.Habrá que ver qué pasa en 2015», explicó.
A su juicio, «un cambio como ese no se puede hacer de la noche a la mañana». Según dijo, la intención es trasladar esas naves prefabricadas, si bien es necesario acometer antes varios trabajos. «Lo tenemos asumido y lo vemos bien, lo que no compartimos es que se le dé un mes al Ayuntamiento ahora de repente, por capricho de Adepa, cuando esto lleva aquí más de 20 años», aseveró Vera, que concluyó en tono de broma: «Si nos buscan otro lugar y nos lo habilitan, no tardamos ni un mes, mañana mismo estamos allí».
No es la primera vez que las bandas han tenido que sufrir el rechazo a cuenta de los lugares destinados a sus ensayos. De hecho, una orquesta musical sevillana se mostró contraria a la cesión de un espacio en el convento de Santa Clara, a iniciativa del anterior equipo. Y eso que aquel edificio no estaba en el aún por estrenar Corazón de Sevilla.
