El Ayuntamiento de Palomares del Río permitirá construir una tercera planta en las casas del casco urbano con el fin de regenerar la zona y, de paso, ser un aliciente económico para aliviar unas arcas mermadas. La medida aprobada por todos los grupos políticos, salvo IU, busca dar más vida al centro, dotarlo de más zonas comerciales y VPO para los jóvenes, así como generar ingresos para las arcas municipales.
"El pueblo está muerto", asegura la concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Palomares del Río, Concepción Aído, en alusión al casco histórico. Hasta la propia alcaldesa, Dolores Rodríguez (PP), confirmó ese mismo extremo. Y es que los vecinos de este municipio del Aljarafe han visto cómo los pueblos limítrofes crecían a un ritmo frenético, horizontal y verticalmente, mientras de éste se adueñaba el bucolismo.
Hasta no hace mucho, los distintos equipos de Gobierno que pasaron por el Ayuntamiento habían aplicado una política de crecimiento comedido. Pocos apostaban por el crecimiento vertical de bloques de pisos con decenas de viviendas en su interior. Querían mantener la idea de pueblo acogedor con un nivel de vida alto. Y lo lograron: Palomares es de los pueblos sevillanos con más renta per cápita y suelo más caro.
Pero esa idea provocó también la asfixia del mismo, sobre todo de su casco histórico. Eso y un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) atascado en los despachos de la Junta que ha impedido un desarrollo acorde a las demandas. De ahí que se lleven a pleno modificaciones parciales del PGOU vigente desde 2002.
"El índice de edad es avanzado y necesitamos que el casco se regenere", afirman los populares. Además la medida permitiría que los bajos de las casas se destinasen a nuevos comercios y la tercera planta a vivienda. "Muchos vecinos solicitaron que se pudiera hacer una tercera planta para que sus hijos pudieran tener un apartamento independiente arriba", indicó el concejal socialista, Manuel Ogalla, quien también señaló que fue el PSOE el que primero llevó a pleno esta medida.
Tan sólo Izquierda Unida se mostró en contra e incluso presentó alegaciones que fueron rechazadas. "Se va a aumentar el número de viviendas y eso va a traer como consecuencia falta de dotaciones en el casco urbano", explicó el concejal de la oposición, Alejandro Casado (IU).
Por otro lado, esta modificación también está pensada para atraer a promotores de viviendas que dejen ingresos al Ayuntamiento, algo muy importante en la situación económica actual en que se encuentra. "Es una medida más para ir sacando al Ayuntamiento del agujero en que se encuentra", alegan los populares.
Pero también están de acuerdo en que esta medida no es el remedio a todo. Un plan integral para el pueblo, como un nuevo PGOU, sería mejor que cualquier medida puntual, reconoce Aído. Pero para ello habrá que esperar hasta septiembre, cuando se retomen las negociaciones con los responsables de la Junta.
