De ellas es el futuro. Las ciudades medias están viviendo una etapa dorada en Andalucía al abrigo de la mejora de las comunicaciones y del alto precio de la vivienda, que expulsa a los jóvenes de las capitales. La Junta ha 'fichado' 154 municipios para observar su evolución.
Es la tercera fase de los movimientos poblaciones: la salida de las capitales y la ocupación de los municipios. El último censo publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), de 28 de diciembre de 2007, constata que Sevilla, Granada, Cádiz y Jaén han perdido población. Las beneficiadas son las ciudades medias, que despegan y cuya evolución podría ayudar a mejorar notablemente la cohesión territorial, según los expertos. Tienen más calidad de vida, pisos más baratos, más zonas verdes y cada vez están mejor comunicadas. Cuanto más se facilite el transporte, más crecerán y se acelerará el movimiento de la población andaluza hacia estos núcleos.
El Instituto de Estadística de Andalucía, que depende de la Consejería de Economía, ha publicado el estudio "Dinámica de las ciudades andaluzas", un trabajo que pone en marcha un observatorio que contará con publicaciones periódicas sobre los municipios que superan los 10.000 habitantes, excluidas las capitales de provincia. El estudio subraya la grave falta de información que existía en este ámbito territorial hasta esta iniciativa.
Este primer trabajo de análisis se centra en las redes de ciudades medias, tanto litorales como interiores, así como en las pequeñas ciudades que actúan como centros rurales y los núcleos integrados en las áreas metropolitanas. El requisito: tener más de 10.000 habitantes. Además se cuentan también los centros regionales de Jerez y Algeciras. En total, la Junta ha construido una base de datos -hasta ahora inexistente- de 154 ciudades.
La radiografía de estos municipios delimita tres tipos en Andalucía. El primer grupo se refiere a aquellos contiguos a las capitales de provincia y que se han convertido en la periferia metropolitana, sobre todo en Málaga y Sevilla, o en núcleos perirubanos, en el resto de provincias. Es el caso de municipios del Aljarafe (Mairena del Aljarafe, Bormujos, Tomares, Gines) y de otros sectores del área metropolitana de Sevilla (Alcalá de Guadaíra, Dos Hermanas), Málaga (Rincón de la Victoria, Alhaurín de la Torre...), Granada (Peligros, Albolote, Ogíjares...) y Almería (Huércal). Todos han experimentado un rápido crecimiento en los últimos años al convertirse en áreas de expansión, tanto de carácter residencial como industrial y logística. Su despegue está asociado a un fuerte aumento de su población residente, con elevada presencia de jóvenes. Además, según el Instituto de Estadística, estas ciudades han registrado un incremento paralelo del empleo y una buena posición en los indicadores de innovación empresarial.
Un segundo grupo, según la clasificación de la Junta, está integrado por las ciudades turísticas del litoral mediterráneo. El mejor exponente está en la Costa del Sol (Marbella, Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola, Estepona, Mijas, Nerja...) pero también en el litoral almeriense (Roquetas de Mar, Vera) y granadino (Almuñécar). Han experimentado un fuerte crecimiento de la actividad económica y del empleo en el sector servicios y de la construcción. La llegada de nuevos residentes, la mayoría de clase media alta y muchos extranjeros, ha elevado notablemente sus calidad de vida y la cualificación de sus recursos humanos.
El tercer tipo de ciudades son aquellas intermedias con notable desarrollo industrial y un elevado dinamismo económico y empresarial. Se distinguen dos subgrupos. Por un lado aquellas que han despegado con una industria endógena, sobre todo agroalimentaria. Se incluyen aquí Jerez de la Frontera, núcleos de Almería como El Ejido, Níjar, Adra, Vícar y Macael; y otros de Huelva como Lepe y Almonte. Por otro lado, se identifican las ciudades que acogieron grandes empresas exógenas, normalmente factorías con fuerte impacto ambiental. La Bahía de Algeciras (San Roque, Los Barrios) y Moguer (Huelva), forman este segundo subgrupo.
Las anteriores son las ciudades medias tocadas por la varita del desarrollo. Pero no todas tienen este comportamiento. Según el informe, la mayoría de los municipios que se sitúan en posición más desfavorable se localizan en el valle del Guadalquivir y el entorno de la cordillera Subética. Aunque hay excepciones de pueblos que han sabido reinventarse y han demostrado capacidad de innovación (Lucena, Cabra y Baena en Córdoba; o Andújar, Bailén, Linares, Úbeda, Baeza o Mancha Real en Jaén; y Écija y Estepa en Sevilla). Las zonas menos accesibles de Granada, el entorno de la Bahía de Algeciras (La Línea) y, sobre todo, Cádiz (Barbate, San Fernando, Sanlúcar de Barrameda) presentan los datos más negros. Una situación que se extiende también por las áreas montañosas gaditanas y sevillanas (Arcos de la Frontera, Morón de la Frontera, Vejer o La Puebla de Cazalla).
