La temida deflación -entendida como una caída generalizada y profunda de los precios- no se instaló finalmente en la economía española en 2009 y los precios armonizados -medidos igual en todos los países de la Zona Euro- cerraron el pasado año con una subida del 0,9%.
Así lo apunta el indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) difundido ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que desde el pasado marzo hasta octubre registró tasas interanuales negativas, las primeras de la historia de este indicador.
De coincidir el IPCA con la inflación general (IPC), que se conocerá justo dentro de una semana y con la que suele variar en todo caso décima arriba o abajo, también supondrá un mínimo histórico de cierre de ejercicio, pero en este caso desde hace 48 años, desde 1962, primero del que se tienen datos homologables.
El dato definitivo del IPC de diciembre es el que sirve tradicionalmente para activar las cláusulas de garantía salarial de aquellos convenios colectivos en los que se incluya, pero siempre que la inflación supere la previsión pactada entre empresas y sindicatos.
De esta manera, y con un IPC tan bajo, todo apunta a que prácticamente no se activará ninguna cláusula dado que los aumentos acordados superan, en su mayoría, el dato provisional. De hecho, muchas de esas cláusulas se activan cuando la inflación se coloca al cierre del año por encima del 2%, que es el objetivo que se marca el Gobierno como referencia para los precios.
Algo similar ocurrió en noviembre. El dato del IPC de ese mes es el que se utiliza para actualizar las pensiones a principios del nuevo año. No obstante, como la tasa de inflación interanual del pasado noviembre se situó en el 0,3%, los pensionistas no verán actualizadas sus pensiones, que subieron un 2% a principios de 2009, con lo que han ganado poder adquisitivo.
Hasta que se conozcan los datos definitivos, todo indica que el IPC cerró 2009 en positivo debido, sobre todo, al efecto base de los precios de la energía que a finales del pasado año casi duplicaban a los del mismo periodo de 2008. Así, el precio medio del barril Brent de petróleo -de referencia en Europa- fue en diciembre de 75,21 dólares, frente a los 43,05 que costaba ese mes de 2008.
Pese a cerrar el ejercicio en positivo y superar en cinco décimas la tasa interanual registrada en noviembre, se trata del cómputo de cierre de año más bajo desde 1997, cuando comenzaron a medirse los precios de forma homogénea en toda la Eurozona.
