Los diez centímetros ganados a las catenarias de la Avenida no han convencido al Consejo. Los hermanos mayores reunidos en pleno hicieron piña en torno a las cofradías afectadas por el cableado del tranvía y, a dos semanas del Domingo de Ramos, exigen al Ayuntamiento su retirada.
La Quinta Angustia ya ha avisado de que sus costaleros no podrán ir con el paso largo bajo las catenarias para no poner en peligro la integridad de sus imágenes. Y es que asegura que al bajar la cruz y con los continuos vaivenes, entrarían en contacto la mano del Señor con el rostro de la Virgen. Al Consejo de Adolfo Arenas se le ha encomendado una misión, que se pinta, casi imposible. Tiene escasos catorce días para negociar con el Ayuntamiento una solución in extremis que evite posibles problemas de tiempo y de retraso en la Carrera Oficial al tener que aminorar el ritmo con cruces, palmera y olivo bajados.
Para las cofradías, la solución pasa por su desmontaje, pese a ser conscientes del desembolso que supone (124.000 euros) y del escaso tiempo que se tiene para ello. Así se lo transmitieron ayer a la Junta Superior los hermanos mayores reunidos en pleno extraordinario para abordar el tema. Las hermandades afectadas -nueve según el Consejo- recibieron además la solidaridad del resto de confraternidades, que se unieron para exigir al Ayuntamiento "una solución urgente antes del Domingo de Ramos".
El presidente del Consejo aclaró, por su parte, que no se trata de "un capricho de las hermandades, respetuosas con Sevilla", y dijo estar convencido de que "técnicamente el problema tiene solución. No es posible que en pleno siglo XXI no haya solución". Arenas manifestó el "hondo malestar" de las cofradías, que ahora se sienten "defraudadas por el incumplimiento de la promesa de que iban a desaparecer [en alusión a las catenarias de la Avenida]". Por ello aseguró que hará llegar "este ánimo a las autoridades competentes" con las que seguirá negociando estos días.
Pero los ánimos no son muy optimista entre las cofradías damnificadas -nueve según el Consejo-. "Lo veo altamente difícil , aunque me imagino que se podrá negociar más que para este año", espetó el hermano mayor de las Siete Palabras, Antonio Sánchez, uno de los perjuficados con la altura de 6,15 pues su paso supera los siete.
Fiestas Mayores destacaba ayer que ha hecho todo lo posible para aliviar el paso de las cofradías bajo las catenarias. Ahora sólo una decisión política -que habría que sopesar mucho con los tiempos de crisis económica- podría llevar a última hora a decidir el desmontaje de unas catenarias que nos acompañarán al menos tres años más.
