La avalancha de sevillanos que tienen prisa por renovar el DNI y el pasaporte para irse de vacaciones tiene colapsada la nueva oficina de Tablada, donde hay colas desde medianoche para coger número. En las comisarías, que exigen cita previa, la espera oscila entre las cinco semanas y los dos meses.
Cuando a las nueve en punto de la mañana un policía nacional abrió la puertas, recibió el aplauso de una fila de personas que se extendía decenas de metros a lo largo de la avenida García Morato. La mitad de ellos se quedaría sin número. La nueva sede inaugurada el mes pasado puede expedir unos 400 documentos al día en sus 20 puestos de trabajo -algunos vacíos porque ya hay funcionarios de vacaciones-, pero ayer sólo se entregaron 220 números para el DNI -lo más solicitado- y en torno a un centenar para el pasaporte. Cuando se acabaron los del carné, el agente que sacaba con parsimonia los papelitos de la máquina se plantó entre la gente y, agitando los brazos, lo dejó claro: "¡Vamos a ver, ya no hay más números para el DNI!". Una señora le preguntó: "¿Y yo que me voy de vacaciones el lunes, qué hago?". El policía respondió: "Pues venga el martes".
El primero de la fila había llegado a medianoche, y el segundo a la una de la madrugada. A las cuatro llegó un grupito "después de salir de marcha", y entre las 6.30 y las 7.00 se formó la cola que lograría coger número, en la que había una mujer de avanzada edad que llevaba una silla plegable para aguantar el tirón, y una joven que cerca de las nueve se sintió mal y fue invitada a entrar en el edificio por los trabajadores, que llegaron sobre las ocho.
Por teléfono. La única alternativa a hacer la cola es solicitar cita previa para alguna de las dos comisarías sevillanas que también expiden los documentos, y que tienen capacidad para facilitar 200 documentos al día entre las dos. Pero la de Blas Infante daba ayer hora para dentro de cinco semanas -en concreto, para el 19 de agosto- y en la de la Alameda de Hércules hay que esperar dos meses -la cita más cercana era ayer para el 9 de septiembre-. Acudir a los pueblos tampoco mejora las cosas: la comisaría de Alcalá de Guadaíra tenía cogidas las horas hasta el 28 de agosto.
Muchos de los que ayer hacían cola lo sabían, y por eso fueron tan temprano, agobiados porque se les echaba encima la fecha de un viaje ya organizado. "Yo es el tercer día que vengo", decía una señora que esta vez sí tenía número. Eso sí, una vez allí, el sistema funciona como la seda. Los carnés electrónicos y los pasaportes adaptados a las nuevas normativas de seguridad se entregan "en siete minutos", como cronometró Fernando Suárez, el segundo de la fila.