La comunidades autónomas gobernadas por el PP, además de las socialistas de Castilla-La Mancha y Aragón, se rebelaron ayer contra el acuerdo cerrado por el Gobierno y la Generalitat y que permite a Cataluña aumentar su deuda pese a superar el déficit. Una rebelión que obligó ayer por la noche al Ejecutivo a extender esta excepción al resto de regiones.
El Ministerio de Economía y Hacienda permitirá a todas las comunidades que han superado los objetivos de déficit refinanciar los vencimientos de la deuda que se produzcan este año, según aseguraron fuentes de este departamento a El País. Ésa fue la promesa -y no la de emitir deuda nueva- que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le hizo al de la Generalitat, Artur Mas, en la reunión que mantuvieron el pasado lunes en el Palacio de la Moncloa. Consciente de la rebelión desatada por una decisión que en principio se entendía sólo para Cataluña, Hacienda precisó que la norma se aplicará a todas las comunidades incumplidoras.
De momento, son Castilla-La Mancha y Murcia las que se encuentran claramente en esta situación porque ya en septiembre habían sobrepasado el límite de déficit previsto para todo 2010 (2,4%). Pero muy probablemente otras comunidades han superado esa meta a final de año y, por tanto, se verán afectadas por las restricciones que fija Hacienda en esos casos: prohibición de emitir nueva deuda. El único resquicio será el de las refinanciaciones, que sí se autorizarán, según publicó ayer la página web de El País. Para la emisión de nueva deuda, Hacienda debe dar el visto bueno a los planes de reequilibrio que ya han presentado Murcia, Castilla-La Mancha y Cataluña y que tendrá que presentar alguna otra en caso de haberse desviado. Hasta entonces, la única opción disponible, más allá de la refinanciación, será emitir deuda a corto plazo, es decir, con vencimiento a menos de un año.
Aluvión de Críticas. Por la mañana, antes de conocerse la nueva propuesta del Gobierno que afectará a todas las comunidades, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, pidió a Zapatero, que explique por qué ahora "todos los españoles" tienen que pagar el "derroche" del tripartito de Cataluña, "capitaneado por el PSOE".
Desde el PP también cargó contra este acuerdo su líder en Andalucía, Javier Arenas, quien aseguró que Zapatero ha salido en socorro del desastre financiero del tripartito en Cataluña".
Desde otras comunidades dirigidas por el PP también se criticó al acuerdo con Cataluña. En Valencia, por ejemplo, anunciaron que solicitarán la convocatoria "urgente" del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Igualmente, el presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, adelantó ayer que ha enviado una carta a Zapatero en la que le demanda una reunión para "desbloquear la situación actual de su región, a la que no se le autoriza un endeudamiento".
También criticó al presidente del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, quien censuró que el acuerdo con Mas para endeudarse es "una discriminación clara" a los madrileños. No obstante, el Gobierno negó ayer que se esté dando un trato favorable a Cataluña y puntualizó que la cifra que podrá emitir Cataluña, que rondará los 2.000 ó 2.500 euros, no es deuda nueva, sino que se corresponde la deuda sanitaria de 2006 reconocida en el año 2007 y con la amortización de la deuda que vence este año.
Entre los presidentes regionales socialistas el más crítico fue el de Castilla-La Mancha, José María Barreda, quien avisó a Zapatero que no acepta ni aceptará "un trato discriminatorio" hacia su comunidad.
Desde la Junta de Andalucía, la consejera de la Presidencia, Mar Moreno, aseguró que el Gobierno andaluz no está "inquieto" por el acuerdo alcanzado entre Zapatero y Mas. En el mismo sentido, desde el Principado de Asturias señalaron que el pacto no supone discriminación alguna.
