La Unión de Picadores y Banderilleros Españoles y la Asociación Sindical de Mozos de Espada han llegado a un acuerdo con la patronal taurina -los principales empresarios del sector agrupados bajo las siglas de ANOET- para desconvocar la anunciada huelga que habría abortado los festejos estrella de las ferias de Valencia, Sevilla y Madrid. En el caso de Sevilla, los festejos amenazados eran la lujosa corrida del Domingo de Resurrección -con Morante, El Juli y Manzanares- y la llamada semana de farolillos, que condensa los espectáculos de mayor expectación del ciclo abrileño, incluyendo la encerrona en solitario de Manzanares o la apuesta de El Juli, apuntándose a la exigente corrida de Miura.
"La huelga queda desconvocada porque hemos conseguido la seguridad de unas condiciones laborales dignas para este año y el próximo. Pretendíamos evitar la huelga porque el objetivo era mantener la paz social y no causar malestar a ninguna de las partes", ha afirmado el responsable jurídico de la Unión de Picadores y Banderilleros, Antonio José Martínez, después de una reunión mantenida en la tarde del miércoles en la que se acordó prolongar los parámetros que rigen todavía las relaciones laborales de empresarios y toreros. Según ha explicado el letrado, se ha acordado "la ultra actividad del actual Convenio Colectivo hasta el 31 de diciembre de 2014". En cualquier caso, ambas partes se comprometen a pactar un nuevo convenio colectivo antes de que finalice el año en curso.
Queda así difuminado el anunciado plante selectivo con el que se pretendía la negociación de "un convenio colectivo que pueda garantizar los derechos laborales de los toreros", según rezaba el comunicado emitido por la cuadrillas al convocar la huelga. En cualquier caso, el amago de una huelga de estas características no es nuevo y hasta ahora empresas y subalternos han llegado a ententes cordiales que, una vez más, permitirán que la temporada se desarrolle con la relativa normalidad que permite la particular crisis del sector.
En sus denuncias, las cuadrillas justificaban el paro "en la pretensión inicial de la patronal de desvincular cualquier tipo de relación jurídico laboral entre el empresario organizador del festejo y las cuadrillas y trasladar toda la responsabilidad de las condiciones laborales a los jefes de cuadrilla". La huelga venía a ser una reacción a las demandas de los empresarios taurinos que, entre otras modificaciones, vienen demandando que los gastos de la seguridad social -que hasta ahora asumen las empresas- recaigan en los matadores de toros como empleadores de banderilleros, picadores y mozos de espada.
