El pasado martes, el consejo de administración de Mercasevilla escuchó a su nuevo gerente, Jordi Maymó plantear que las cuentas de los últimos tres ejercicios -especialmente de los dos últimos- estaban "maquilladas" y falseadas y que la situación económica no era real. Tanto las de 2007 como las de 2008 fueron aprobadas por unanimidad -en este caso con la abstención del edil del PP Beltrán Pérez "en lo relativo al informe de gestión", según consta en el acta-. En ambos consejos, la ratificación de los balances contables vino precedida de un informe de los técnicos auditores de la firma PriceWaterHouseCoopers y de una exposición de Fernando Mellet en la que se destacaba la situación positiva e incluso el reparto de dividendos entre los accionistas -hecho que se produjo por primera vez en 2008-.
En 2008, los técnicos de la auditora, José Ignacio Alonso y María Paz Curto del Valle describieron de la siguiente forma el balance del ejercicio anterior: "Las cuentas reflejan la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera de Mercasevilla y de los resultados de sus operaciones y de los recursos obtenidos y contienen la información necesaria para su interpretación (...) El informe contiene todas las explicaciones adecuadas habiendo verificado los autores que sus aspectos contables concuerdan con las cuentas anuales de 2007".
Un año después, en el consejo de administración en el que dimitió Fernando Mellet, se produjo una escena similar. Los auditores, en este caso, Francisco Casas y José Ignacio Alonso, explicaron las cuentas de 2008: "Mercasevilla sigue en la línea de contención de gastos, salvo en lo que se refiere al ERE. Los ingresos aumentan por el contrato con Sanma y en el resultado ordinario antes de impuestos continúa la tendencia positiva de años anteriores". El informe final de la auditoría refleja esta misma situación positiva sin incidencias que ahora cuestionan Deloitte que pone en duda tanto el contenido de las cuentas como que el control y la información existente.
