Cultura

Las deudas estatales con Sevilla

La licitación del proyecto de rehabilitación integral del Museo Arqueológico ha sido, desde el primer gesto decidido del Estado por afrontar sus viejos compromisos para con Sevilla. Ojalá éste sea el inicio para que se concreten otros menesteres en los que el Estado sigue mostrándose demasiado dubitativo.

el 16 sep 2009 / 07:01 h.

La licitación del proyecto de rehabilitación integral del Museo Arqueológico ha sido, desde el primer gesto decidido del Estado por afrontar sus viejos compromisos para con Sevilla. Ojalá éste sea el inicio para que se concreten otros menesteres en los que el Estado sigue mostrándose demasiado dubitativo.

La ampliación del Museo de Bellas Artes, la rehabilitación integral del Museo Arqueológico Provincial y el futuro uso -previa rehabilitación- de la Fábrica de Artillería. Éstos son los tres caballos de batalla que el Ministerio de Cultura tiene pendientes de resolver, algunos desde hace décadas. Asuntos que, no se olvide, no son favores que el Gobierno andaluz o el local lleven demandando al Estado para sus propios beneficios, sino menesteres de responsabilidad directa de éste al ser su titular.

El anuncio reciente en el BOE de la licitación del proyecto de obras con el que afrontar la rehabilitación del Museo Arqueológico, por casi tres millones, representa el primer gesto más allá de las declaraciones políticas llegadas de Madrid y de sus intervenciones de urgencia puntuales -que las ha habido, algunos ahora en curso- por cumplir de forma integral con los compromisos que sucesivos ministros -socialistas y populares- han ido orillando.

Y ello con una excepción: la perla documental de Andalucía, el Archivo General de Indias, que entre los años 2000 y 2005 fue objeto de una rehabilitación-ampliación por valor de 12,5 millones que lo ha dejado en un estado impecable.

El paso dado por el Ministerio con el Arqueológico se espera que suponga -por más que es bien sabido que España es muy grande, que el Estado tiene muchos museos y archivos de su propiedad por los que también velar y sus cuentas no son boyantes, y más en época de crisis- el inicio de otros pasos que no deben demorarse por más tiempo.

El caso más evidente es el del Museo de Bellas Artes. Como en el Arqueológico, la Consejería de Cultura de la Junta, en tanto que gestora de ambos museos, hace ya tiempo que hizo sus deberes -redactar sendos planes de necesidades y posibilidades de actuación- y por insistencia de la Junta no ha quedado, pues se ha actuado a modo de martillo pilón cada vez que se ha podido para recordarle al Estado ambas necesidades.

Paradójicamente, la que parecía que estaba encauzada y a punto de caramelo era la obra de la pinacoteca, donde Cultura lleva meses con el Palacio de Monsalves -donde se ampliará el museo, además de en la malograda y abandonada Biblioteca de la calle Alfonso XII- cerrado en espera de las obras y, no se olvide, de poderle ofrecer al coleccionista sevillano Mariano Bellver algo más que buenas intenciones para que éste se decida a depositar sus valiosos fondos en la institución antes de que muera.

Sin embargo, el empujón que prometió a la pinacoteca la ex ministra Carmen Calvo no tuvo continuidad con la llegada de César Antonio Molina, quien además apareció alguna que otra vez por Sevilla haciendo gala de una falta de interés por el asunto clamorosa. Y así fue que se anunció el parón en el proyecto, como poco, hasta 2010. En éstas, hay dos circunstancias que permiten intuir que pronto habrá novedades: el otro talante que gasta la ministra actual, Ángeles González-Sinde y que el delegado provincial de Cultura, Bernardo Bueno, ha adelantado a este periódico que el asunto está encauzado.

Más crudo parece el devenir de la Fábrica de Artillería, de titularidad municipal pero con compromiso estatal por cuanto que Defensa, su anterior propietario, lo ha traspasado hecho un cristo, pese a ser un Bien de Interés Cultural y estar, por ley, obligado a su buen decoro. El compromiso del Ministerio de Cultura pasa por rehabilitar sólo aquella parte en la que instalará el nuevo Archivo Histórico Provincial de Sevilla, que lleva años de prestado en la sede del Archivo Municipal. Sin embargo, el calibre de la obra y las prioridades museísticas lo han derivado a un segundo plano, además de el edificio requiere del concurso de la Junta y el Ayuntamiento, que también tendrán espacios en el lugar. Y la verdad es que ahora no hay dinero.

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